Oye ¿Qué tiempo va a hacer en la QH?

Es viernes, un día antes de lo que hubiera sido la QH 2020 del 20 de junio. Hoy hubiese respondido incontables veces a esta pregunta. ¿Qué tiempo va a hacer en la QH? La respuesta, como en la mayoría de los ocho años anteriores, hubiese sido. «Parece que no llueve, pero manguitos y chaleco para bajar Somport, que allí hace fresco». Solo en 2016 tocó cambiar el discurso a «¡Ojo¡ que dan dos grados y lluvia en la cima del Somport, yo iría vestido de invierno total».

Lo echamos de menos. El que escribe y todos los que trabajan con Ciclored.com para que nuestros ciclistas disfruten en la QH. Son muchos años compartiendo una rutina que empezaba en septiembre con las primeras reservas, seguía en mayo con la Pre QH y el primer entrenamiento en el territorio QH y todo el mes de junio con los correos electrónicos con información y consejos sobre cómo afrontar la marcha. También todas las dudas de la semana anterior. ¿Cuanto entreno? ¿Qué como? ¿Hago series? ¿Cómo se recoge el dorsal? ¿Tengo que llevar el certificado médico? ¿Puedo cambiar la talla del maillot, es que he adelgazado? e incluso los más despistados ¿A qué hora es la salida? ¿Qué puertos se suben?

Todo ese trabajo previo empezaba a culminar el viernes antes de la QH. Es decir, hoy. Algunos ya habrían llegado el jueves (o incluso el miércoles) al Hotel el Churrón, estarían asentados y habrían probado las delicias gastronómicas de Javi. Hubieran sido más lejanos. Gran Canaria, Tenerife, Mallorca, Ceuta, Melilla, sur de Andalucía, Alicante, Galicia… o de EE UU, Colombia, México, Italia, Irlanda. Por la mañana el viernes nos habría dado tiempo a salir un rato a soltar piernas. Larrés, Cartirana, Jaca, Cartirana, Larrés, para comprobar que la bici va bien, dejar unos pocos nervios por el camino y reconocer la última bajada de la QH.

Por la tarde hubiesen llegado el resto. Los que se han pedido el viernes libre para cumplir la ilusión de hacer la QH. Porque otra cosa no, pero la marcha provoca en los ciclistas sentimientos diferentes a otras. Algunos directamente a la Feria para recoger el dorsal y el maillot. Con ellos ya hubiese tenido las primeras charletas en el Stand de ULB y resuelto alguna de sus dudas. Otros al taller del Hotel el Churrón, para que Óscar les diese el último toque mecánico a la bicicleta y Roberto les apuntase el depósito. Otros después de pasar por la Feria al hotel Exe, en Las Margas, o al Hotel La Paz, en Jaca, para que los recibiesen Javier, Jaime, Dani, Sergio, Imanol… Todo el equipo ‘on fire’.

La clave era que a las 20.30 casi todos nuestros ciclistas pudieran estar sentados en la mesa para cenar. Horario ‘guiri‘. Pues sí. Pero ya sabeis. Si juntas a 20 ciclistas en una mesa antes de QH, aunque no se conozcan, la conversación puede durar horas. De Somport a Portalet pasando por el dolor de patas de Marie Blanque o a quíén se le ocurrió meter el Collado de La Hoz. Por no hablar del repertorio de ‘cosas’ que nos han impedido entrenar como quisiéramos. Cosas de ciclistas. Todos lo sabemos.  Al acabar, la última charla-briefing con los consejos que hemos acumulado después de más de una decena de Quebrantahuesos. Las penúltimas dudas y preguntas la terraza, que los camareros del Churrón ya se tendría que haber ido a acostar, que a ellos también les tocaría madrugar al día siguiente.  Las últimas dudas ya tendrían que esperar al día siguiente en el desayuno, porque ahora la misión sería intentar dormir.

El día 20 junio hubiese tocado madrugar y de verdad. Con la salida a las 07.15 nadie se libra de levantarse al menos a las 05.30 para desayunar, hacer la digestión y soltar lastre. Aunque estuviese alojado en el Exe Las Margas o Casa O Porron, los dos hoteles más cercanos y a solo 10 minutos en bici de la salida. Pero es un madrugón que no importa. Ya sabeis, sarna con gusto no pica. Lo primero mirar al cielo. Negro (vale es de noche) pero a buscar alguna nube. Sacar el brazo a la calle a ver la temperatura y, en caso de duda, consultar a la app del móvil para ver si había alguna nube cerca.

Después a desayunar como si fueras a hacer 200 kilómetros y cuatro puertos de montaña. Una etapa del Tour. Porque te sientes así, como un ciclista del Tour, al menos una vez al año. Porque en casa te han preguntado como llevas la QH, tus amigos también saben que es importante para tí, incluso en la empresa, que nadie habla de ciclismo, se han enterado de que existe la QH. Incluso si vives en un pueblo pequeño, al volver te llamarán de la radio local para que les cuentes la experiencia.

Todo eso lo hubiésemos sentido con la grupeta de ciclistas desde el Hotel El Churrón hasta la salida en Sabiñánigo. Poco más de 10 minutos de bici en los que nos habríamos cruzado con cientos de ciclistas que llevan una sensaciones similares a las nuestras. Después todos en el cajón de salida. A las 07.15 habría terminado la primera parte del trabajo. A partir de ahí dependería de cada uno. Pedalear y disfrutar.

CHARLETA POST QH

Nos habríamos vuelto a reencontrar unas horas después de la meta de Sabiñánigo. Con Javi y Roberto repartiendo las mochilas con las zapatillas y la ropa para poder pasar un rato tranquilo en la comida y en la feria. Medallas, diplomas, fideua, cerveza y el «no veas lo largo que se me ha hecho el Portalet», «he subido Marie Blanque mejor que nunca», «tenía una grupeta buenísima a 100 metros y la he perdido», «creo que he cogido peso en los avituallamientos» y el habitual «tienes plazas para el año que viene ¿no?». Y al móvil, claro. A subir la actividad a Strava (hoy batirías récord de Kudos) y responder a los grupos de whatsapp que te preguntan qué tal ha ido. Por que, ya sabes, hoy el protagonista eras tú, y tu propio Tour de Francia.

La charla, las anécdotas, las cientos de QH’s diferentes que se hubieran hecho el 20 de junio (cada uno tiene la suya, lo podeis comprobar) seguirían su curso en la cena post QH. Y al día siguiente después de desayunar cuando todos hubiesen emprendido el viaje de vuelta a casa, no sin antes intercambiar el número de teléfono con dos o tres nuevos amigos que había hecho durante la marcha.

La rueda hubiera seguido girando y estaríamos pensando en la QH 2021. Pero no. Se paró de forma abrupta en marzo. Creó dudas e incertidumbres que todavía siguen. Lo peor que le puede pasar a un ciclista con ilusiones y que piensa a largo plazo. Ahora tenemos dos objetivos, el primero el 14/16 de agosto para hacer el Campus Pre QH. El segundo el 19 de septiembre de 2020. Si las autoridades lo permiten habrá QH, si no, nosotros iremos y la haremos en grupos reducidos, igual que los viajes de #EnbiciporEspaña. Y solo esperamos que pronto nos pregunteis Oye, ¿Qué tiempo hará en la QH en septiembre?

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