Estas son nuestras Crónicas Murcianas. Si hay una tradición que nos gusta cumplir al inicio de temporada en Ciclored.com es visitar alguna carrera profesional. En años anteriores estuvimos en Vuelta a Andalucía, Vuelta a C. Valenciana, Volta a Cataluña… y ahora tocaba descubrir La Lieja Murciana. Vamos, La Vuelta a Murcia, que en 2019 además tenía dos extras. Una etapa más y un maillot de campeón del Mundo. Ideal para estrenar visita.
Está claro que es imposible comparar la Lieja Bastogne Lieja con la Vuelta a Murcia. No solo por tradición, sino también por participación y equipos Pro Tour. En la línea de salida de La Decana están todos y en Murcia había siete y el resto repartidos entre Continental y Continental Pro. Pero eso sí, con suficientes ganar para deparar dos etapas interesantes y con batalla. Porque el que apostase por un escalador como Pello Bilbao para ganar la primera etapa, prácticamente llana entre Yecla y San Javier, se llevaría un dineral. Porque allí todo el mundo esperaba a Mateo Trentin. Un poquito de viento de costado, un repecho y las ganas de ‘jugar’ de Astana y Movistar hicieron el resto.
La segunda etapa recuperaba el recorrido que se solía utilizar cuando era clásica de un día. Primero el Alto de Aledo y Collado Bermejo, el techo murciano, y después la Cresta del Gallo, a solo 10 kilómetros de meta y con un descenso peligroso. Las cuentas le salieron a la organización de maravilla. Primero porque en Collado Bermejo ya estaba planteada la batalla, con Jakob Fuglsang escapado y obligando al Movistar a movilizar todas sus fichas para que el danés, que estaba entre los diez primeros, no llegase con ventaja. Tan rápido subió el danés que un tal Alejandro Valverde, Bala Balín en Strava, hizo su ‘personal record’ en la subida (y creo que se la tiene bien trillada) con una media de 22,7 por hora en 7 kilómetros al 7%. En total, 18 minutos y 57 segundos y a una media de 368 vatios.
Reagrupados después del descenso y el tramo llano, todo quedaba pendiente de la Cresta del Gallo. 4,2 kilómetros al 7% de media y con 160 kilómetros ya en las piernas. Y no precisamente tranquilos. La batalla, entre Alejandro Valverde y todo el Astana, con Luis León Sánchez, Pello Bilbao, Omar Fraile y Fuglsang, que una vez atrapado seguía tirando del pelotón. El resultado, KOM de Valverde en la subida. Tardó 10 minutos y 20 segundos en subirla a una media de 24,8 por hora y una media de vatios de 423. Eso sí, con un pico de 720 vatios… justo en el momento que arrancó a dos kilómetros de la cima. Hizo 12 segundos menos de Luis León, que no subió sus datos a Strava. 27 segundos menos que Konrad (Bora) y 28 menos que Óscar Rodríguez (Murias). El anterior récord era de 2016 y lo tenía Tejay Van Garderen que acabó séptimo ese día en la Vuelta a Murcia. Eso sí, con 30 segundos más que Valverde.
Pues bien. Nada de esto le sirvió al Campeón del Mundo. Ni siquiera que en los siguientes 10 kilómetros hiciera sus mejores tiempos en el descenso y en el llano. Le atrapó Luis León Sánchez, le ganó al sprint y le dejó sin la Vuelta a Murcia. Al menos le queda la Lieja Bastogne Lieja en abril para resarcirse.
Valverde y las bicis
Esto que os acabo de contar ya algunos lo visteis por televisión o en los resúmenes de Youtube. Y los datos, si sois amigos de ‘Strava’ los podeis comprobar en el perfil de Alejandro Valverde, que es público y abierto. Pero lo interesante de ir a las carreras es lo que no sale por la tele. Puedes llegar a recoger la acreditación y hablar largo y tendido con Juan Mari Guajardo, que otra cosa no, pero de ciclismo y organización de pruebas sabe un rato. Y estudiar un plan para mejorar la accesibilidad de los ciclistas y los coches a las etapas de montaña de La Vuelta a España.
O pasear por los coches de equipo curioseando entre los nuevos modelos de bicicleta de la temporada 2019. Allí te das cuenta de que el disco está ganando terreno y en etapas como la de Yecla a San Javier, que era prácticamente llana, los equipos con disco o sin ellos están al 50%. Y también que el uso de bicicletas más aero o más escaladoras están igual de repartidos. Voy a los ejemplos. El Kometa Cycling de Alberto Contador, que tiene al gran Víctor Aguado como mecánico, da a elegir a sus corredores entre el modelo Trek que prefieran, todos con disco eso sí. Los más escaladores siempre se decantan por la ligera Émonda, los más rodadores, por la aerodinámica Madone.
Por lógica creeríamos que esto sucede en todos los equipos. Pues no. Al contrario. Cada uno tiene su criterio. Curioso entre los equipos vascos. El Euskadi Murias Taldea llevaba las siete bicicletas iguales. La Orbea Orca con freno convencional. Y los siete de la Fundación Euskadi también. La Orbea Orca Aero con freno de disco. Y todos para hacer la misma etapa. Igual que los CCC, todos los la Giant TCR sin disco, la versión escaladora, ya que la aero es la Giant Propel. Para complicarlo todo aún más las Scott del Mitchelton, tres con zapata y cuatro con disco. Eso sí, todas versión aero.
Entre las novedades que no se ven en el pelotón Pro Tour, las Factor con freno de disco del Team Roompot holandés y que jamás utilizó el AG2R mientras que la marca sudafricana patrocinó a los franceses. La llamativa Felt Disc del Rally UHC, la colorida Cube del Wanty o la sobriedad de las Eddy Merckx del Topsport Vlaanderen. Sin embargo todos coincidimos (ciclistas incluidos) en fijarnos en una que era diferente a las demás. La Canyon blanca y con los colores del arcoiris de Alejandro Valverde. Sin disco y versión Ultimate.
Los equipos también cambiar de diseño de equipaciones e incluso de proveedores de ropa al inicio de cada temporada. Pues bien, para 2019 se ve que la moda ciclistas pasa por los degradados y por el maillot naranja y el culotte negro. Hasta cuatro equipos coincidieron con los mismos colores y no era raro confundirles dentro del pelotón. Incluso ellos mismos al levantar la cabeza seguro que no sabían si había atacado u compañero o uno de otro equipo. El nuevo CCC, la Fundación Euskadi, el Rally y hasta si me apuras el Roompot hacen del naranja y el negro sus colores principales y repartidos casi de igual manera. En cuanto se lanza carrera, pues solo Guajardo será capaz de diferenciarlos.
Otra de las costumbres es comprobar el estado de forma (mirar si están finos o no) de los ciclistas. Para récord la delgadez de Valverde, Luis León y Pello Bilbao. No en vano luego se vio en los resultados. Y por su línea Bananito Betancourt, que volvió a aparecer con más kilos que el resto de sus compañeros, pero que siempre se los acaba quitando cuando llegan las Clásicas de Primavera, su primer objetivo del año.
La gran atracción, claro está, era Alejandro Valverde. En casa y con el maillot de campeón del Mundo. María López, la jefa de prensa de Movistar, tuvo que ‘meter’ codos por primera vez esta temporada para abrir un hueco a Alejandro en su camino hacia el podio de salida. Y hacerlo otra vez mientras que bajaban y de nuevo cuando iba camino de la línea de salida para cortar la cinta. En la meta de San Javier, más de lo mismo. Se tendrá que acostumbrar. Y más si el murciano acude al Tour de Flandes, donde una marabunta de periodistas y aficionados estarán esperándole para filmar, fotografiar y hacerse un ‘selfie’ con él.
Además del que escribe, que se lo pasa bien cada vez que ve una bici, los que más disfrutaron de la salida de Yecla fueron los ‘chavales’ de los colegios de alrededor. Algunos hicieron ‘novillos’ y otros fueron con sus profesores a ver el espectáculo del ciclismo. Gritos, fotos y autógrafos que algunos guardarán durante años y recordarán cuando sean mayores.
Kilómetros después el sprint de Pello Bilbao y un minuto de conversación con el ganador. Que ha adelgazado incluso un poco más con respecto a la temporada pasada. Volvieron los rodillos en el autobús para soltar piernas y una foto que refleja a la perfección lo que es el ciclismo. Tres corredores del Caja Rural sentados en una acera descansando. Suficiente premio después de 175 kilómetros a todo trapo. Y eso que el ciclismo es un deporte ‘tranquilo’ que se hace sentado y en el que nunca pasa nada.