Pedro Delgado se empeñó en celebrar en su marcha el 30 aniversario de su triunfo en La Vuelta 85 y para ello llevó a Segovia a todos sus compañeros del Gin MG de aquella edición. En el Team Ciclored no íbamos a ser menos y para la Perico 2015 reunimos en Segovía a más de una veintena de nuestros amigos ciclistas de las últimas temporadas. Hay que cumplir tradiciones, ¿no?
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Clasificación de La Perico 2015 >
Y la tradición en La Perico dice que hay que hacerse una foto con Pedro Delgado, visitar el Acueducto de Segovia… y si vienes con el Team Ciclored.com debes reservar piernas el sábado para subir el domingo la Bola del Mundo. Así que fuimos, paso a paso, cumpliendo las tradiciones previstas.
La primera era recibir el viernes a todos nuestros viajeros en el Hotel Las Sirenas, a 200 metros del Acueducto (que a su vez es la línea de salida). Para la comida ya estaban con nosotros Antonio, Salva y Juan José (La Grupetta Murciana), Aitor, Juan y Bermudo (La Grupetta de Campillos), Tania y José Manuel (en Ave desde Alicante, así cualquiera).
Tocaba ‘sudar’ un poco en el verano segoviano. 20 kilómetros para estirar piernas y comprobar que en Segovia algunas veces solo hay dos estaciones, el invierno y la del tren. Así que había que aprovisionarse de manguitos y chalecos para combatir el frío en el verano más cálido de los últimos años. Contrastes ciclistas.
Después a pillar el dorsal, fotografiarse con Pedro Delgado (que ya llevaba algo así como 1.500 fotos y todavía le restaban otras 2000 más) y a saltarse una tradición. Esta vez la Feria Ciclista de la Perico estaba culturizada con los libros de los amigos de La Biciteca y el problema era… ¿cuál me llevo? (por mí casi todos).
Ducha y a la charleta explicativa de la Pedro Delgado 2015. Para entonces ya estaba la grupetta completa. Pablo, Julián y Juande con sus respectivas (la cuadrilla de Tomelloso), los madrileños Marisa y Jesús (que repetían de la Maratona), Albert e Isabel (a los que no veíamos desde el Tour), Kike y Jorge (la representación azudense) y Pedro Antonio (más fuerza para los murcianos).
Pelotón de ciclistas para cenar y disfrutar de medio centenar de conversaciones que iban desde Navacerrada a Navafría y vuelta por los repechos de Torrecaballeros. Alguna mención a La Purito y mucha QH, Marmotte y Maratona. Vamos, lo normal cuando se reúnen los amigos. ¿No?
LA PERICO 2015 (A PASAR FRÍO EN AGOSTO)
El amigo Miguel Indurain a veces se quejaba en el Tour de lo raro que era el verano en Francia. Llovía y hacía frío y a los cuatro días un calor espantoso. En Segovia, dependiendo de la edición, pasa lo mismo en La Pedro Delgado. Hace dos años se derretía la brea del asfalto y en este 2015 el amigo Carlos Vidales hizo su ‘agosto’ vendiendo chalecos y manguitos.
A las 07:30 la temperatura en el Acueducto no pasaba de los 15 grados… lo que auguraba casi un invierno adelantado en Navacerrada. Menos mal que, por lo menos, ya teníamos el estómago llego con el desayuno del hotel y las piernas calientes con los geles de STM Sport.
Eso sí, lo de que el frío es psicológico funciona. Podías ver a Rafael Berruezo y Pedro Lanseros, dos míticos del cicloturismo, sin manguitos en la salida (y así harían toda la marcha) y a la vez a nuestra grupetta de murcianos y alicantinos pegar tiritones ataviados con chaleco, manguitos y camiseta interior.
Lo mejor era pasearse por el pelotón de La Perico e ir saludando a amigos. Miguel Urquijo, de la Grupetta del Tour de Flandes, David Ortega (de Maratona 2015), José Antonio de Pablos (Purito 2015), José Ramiro (QH 2015), Luismi (QH 2015), toda la grupetta de Ciclismo a Fondo//Bicisport, Paco Tur y los Rolser… menudo trabajo que me iban a dar en Navacerrada.
Esta vez al que escribe le tocó hacer de gregario/fotógrafo. Eso implicaba salir cinco minutos antes de la Marcha, subir el adoquinado de Flandes segoviano a full gas y esperar que Perico hiciera la de Luxemburgo en la salida. Los lobos acechaban y había que subir Navacerrada a escape para llegar a tiempo y hacer fotos a todos los amigos del Team Ciclored.
Cronoescalada pura. El fotógrafo fotografíado por la amiga Hogla. Arriba 10 grados. Sensación térmica de 40 por el calentón que me había pegado. Y sólo 10 segundos de ventaja para cargar la cámara y empezar a disparar.
Uno a uno. Foto al canto y grito de ánimo. Un poco más fuerte para los amigos Sergio Palomar y Gerardito El Chico, recuperados de sendas lesiones de cadera en el mes de mayo y con ganas de bici.
A partir de ahí la historia se bifurca para cada uno camino de Morcuera, Canencia, Navafría y los repechos de Torrecaballeros, que volvieron a cumplir la tradición del viento. Siempre de cara. En contra de los intereses de cada uno para rebajar el tiempo de años anteriores. Menos mal que Perico mantuvo el recorte de 2014 por Palazuelos (10 kilómetros menos de sufrimiento).
Y en meta todos a la ducha y a comer (esta vez sólo un bocata de jamón y algo de fruta… Perico que queremos paaasta). Menos mal que Juan Mari Guajardo (un speaker que es capaz de tratarte igual que si fueras Contador) estaba allí para animar a todos los que entraban en meta. Sensaciones, historias, cansancio, recuperación y un montón de batallas. La peor parte para Jesús y Marisa, que tuvieron que ir directos al hospital. Chapa y pintura, casco nuevo y a pensar en Marmotte 2016 (así somos los ciclistas, qué se le va a hacer).
La Perico 2015 había acabado para algunos… porque a los cicloredianos nos quedaba el tercer tiempo. Sí, una ratito de pedaleo por la noche segoviana y a recuperar patas para el domingo asustar a La Bola del Mundo (es que estando ahí cerca….)
A LA BOLA DEL MUNDO
Desde que La Vuelta fuese por primera vez en 2010 a la Bola del Mundo se ha convertido en una cita obligada para el Team Ciclored cada vez que visitamos La Perico. Qué se le va a hacer. Sin un ciclista tiene un puerto mítico cerca… lo sube. Aunque el día anterior se haya metido entre pecho y espalda 160 kilómetros y 3.200 metros de desnivel.
Así que por la mañana tempranito enfilamos acueducto adelante el camino de La Bola. En la grupetta estábamos Salva, Antonio, José Manuel, el que escribe y Pedro Antonio (que con todo el dolor de su alma se tuvo que dar la vuelta antes de Navacerrada para cumplir con la familia). Eso sí, pronto fichamos a un Ciclistas A Tope. Las equipaciones de Dani Azagra se ven a la legua.
Pedalada va, chascarrillo viene y nos plantamos casi sin quererlo en el alto de Navacerrada. A partir de ahí arranca el reto. El primero, acertar con las calas después de pasar la valla de La Bola. Después, afrontar la rampa inicial del 18%. Todavía quedaban tres kilómetros por delante…
Chepazo para un lado. Un poco de viento de cara para hacer más épica la subida y el asfalto (es un decir) más roto que nunca. Cemento cuarteado, piedras, baches y la carretera jugando entre el 15 y el 20%. El descansillo que hay a 700 metro de coronar sabe a gloria.
Un último esfuerzo y a mirar el paisaje. Misión cumplida. Bola del Mundo superada. Queda bajar hasta Navacerrada y volar de vuelta a Segovia en los únicos 30 kilómetros suaves de todo el fin de semana. Y a preparar la temporada de 2016…
