Óscar Freire no ha cambiado nada desde que colgó la bicicleta en 2012. Es igual de accesible y dicharachero. Cuando entablas una conversación con él sabes cuando comenzará pero nunca porqué derroteros va a ir y cuando terminará. Si la oportunidad llega dando pedales en Gran Canaria, dentro de la Epic, ya pueden ir pasando los kilómetros, que quieres que el evento no se acabe jamás.
– III CAMPUS CICLORED JOSEBA BELOKI (8/11 MARZO) >
Y es que el triple campeón del mundo no se corta cuando habla. Dice lo que piensa. Sin más. Está convencido de que ahora faltan figuras como las de su época. Los argumentos son sólidos. “Van Avermaet no pasaba de ser un buen ciclista y ahora arrasa. Siguen ganando los mismos que cuando estaba yo. Valverde, Gilbert, Greipel, Kristoff, Cavendish, Sagan… están incluso mejor. Les faltan rivales de calidad. El nivel ahora es alto porque se entrenan y cuidan todos detalles que se han ido evaluando durante mucho tiempo pero lo que faltan son figuras. Por ejemplo: Valverde en Lieja hace tiempo tenía rivales y no era el máximo favorito , ahora sin estar en la mejor edad para un ciclista no es que sea favorito, directamente gana”.
No es la primera vez que lo dice en público. Ya le criticaron por comentarlo hace unos meses. Las redes sociales clamaron. Los trolls de twitter se pusieron en su contra. Le llamaron de todo. Cayó en saco roto. Freire no tiene ni facebook, ni twitter, ni instagram… “No me hace falta y la verdad es que casi me da igual lo que se comente ahí”.
Pero el hecho de que piense que ahora hay menos nivel no quiere decir que no valore el trabajo de algunos corredores. Reconoce que Alaphilippe tiene un gran futuro, aunque no es Gilbert o Valverde. De los velocistas le gusta Kittel por su fortaleza y sobre todo Gaviria. “Porque con la edad que tiene y lo que ya ha ganado va a ser muy bueno. Se sabe mover y está aprendiendo a correr”.
Esa es la clave que apunta Freire para el ciclismo actual. “Muchos tienen motor, pero no saben correr. Me acuerdo de coincidir con Froome en una escapada en el Tour de California antes de que hiciese segundo en La Vuelta. Pegaba unos relevos eternos y luego no ganó la etapa. Si fuese más eficiente no tendría rival en ninguna Vuelta por etapas”
«EN EL PRIMER MUNDIAL QUE GANÉ EN VERONA LOS MÁS FUERTES ERAN VANDENBROUCKE Y ULLRICH»
Pero esa falta de visión táctica no es de ahora. También sucedía en su época de profesional. “El primer Mundial en Verona lo gané porque Vandebroucke y Ullrich se fueron marcando todo el día. Eran los más fuertes con diferencia. Sin Vandenbroucke hubiese arrancado en el repecho de antes de meta el arcoiris habría sido suyo”, explica.
Del belga es casi obligatorio preguntar a Óscar. Primero por su exhibición en aquella Vuelta del 99 en Navalmoral camino de Ávila: “Yo estaba en Vitalicio y teníamos un equipazo. Pero lo que hizo ese día, y en general en toda la Vuelta, fue espectacular. Era capaz de enfilar a todos los favoritos y soltarles”.
Y después por otra que solo queda en la retina de los aficionados más puros al ciclismo, la de Lieja Bastogne Lieja de ese mismo 1999, cuando se midió cara a cara con Bartoli en La Redoute. “Es que eso fue increíble. En una rampa del 18% con 200 kilómetros en las piernas se fueron midiendo y bajando piñones. Pero es que otro año Bartoli se hizo toda la Lieja a plato grande y escapado”.
De su época uno de los que más le sorprendió fue Gilbert. “Cuando estaba en forma era imparable. Me acuerdo aquel Mundial en Valkenburg. Iríamos subiendo Cauberg a 25 por hora y el atacó a 35. Yo le había dicho a Valverde que le marcase, pero a esa velocidad todos nos quedamos mirando y pensando. O para o así es imposible”.
Del Cauberg le queda el recuerdo de la Amstel Gold Race “la clásica de las Árdenas que mejor se adaptaba a mis características” y por cercanía de la Flecha Valona. “El último año en Katusha teníamos un equipazo. No nos invitaron a Strade pero nos desquitamos en Flecha. Llegamos a formar un abanico con seis Katusha y dos ciclistas de otro equipo que no llegó a meta porque en la siguiente curva cambió el viento. Eso sí, luego Purito remató en el Muro de Huy”.
Tampoco huye al hablar de dopaje. Sale en la conversación Riccó, que ahora está en la vecina Tenerife vendiendo helados. “A este le tenían que sancionar de por vida. En la Vuelta a Suiza teníamos un nivel similar. Nos quedábamos los dos a la vez. Y de repente dos semanas después volaba”.
Freire duda de los cambios tan drásticos en profesionales. “Otra cosa es cuando eres chaval. Vine a la Vuelta a Gran Canaria de cadete y aguantaba con los juveniles cuando los puertos no eran muy duros y luego les ganaba al sprint. No entrenaba ni cuidaba la alimentación y en cuanto lo hice mejoré. Pero ya en profesionales todos llegan sabiendo alimentarse y con un entrenamiento más o menos lógico”
«PROBÉ LA MTB EN UNA CARRERA EN EL NARANCO Y EL DIRECTOR DEL MAPEI ME QUERÍA PARAR»
Ahora Freire hace vida de cicloturista cuando tiene tiempo de coger la bici y hace buen tiempo. “Desde que me retiré no he entrenado demasiado. Pero los dos primeros años andaba bien solo con el trabajo que había hecho antes. Ahora ya me cuesta más. Cojo la de carretera, pero también la de monte”. Citar la MTB le lleva a contar una anécdota made in Freire. “Yo había hecho MTB, pero me pasé a carretera. En el primer año en Mapei me invitaron a una carrera en el Naranco. Era el apogeo de la MTB y querían que fuese de exhibición. Me dieron la bici un día antes. En la primera y la segunda vuelta me costó, sobre todo en la bajada, pero en cuanto me acostumbré acabé bajando tan rápido como el resto y ganando la carrera. Todavía recuerdo al director de Mapei haciendo gestos con las manos para que fuese tranquilo en el descenso”.
Y como cicloturista no es raro verle en alguna marcha y protagonizar alguno de sus famosos despistes. En la Mallorca 312 de 2017 se olvidó de recoger la bici de alquiler y tuvo que ir en el sillín de Pedro Horrillo a la línea de salida. En el último Memorial Isabel Clavero, al que estaba invitado y era incluso imagen del cartel, se acordó de ir justo en la misma mañana. El problema es que estaba en Cantabria y la carrera se hace en Las Rozas (Madrid).
También se ha puesto a organizar. El Desafío Freire, que este año tendrá su segunda edición, y que combina la bici de carretera y la MTB. El de 17 marzo teneis una cita en Torrelavega y si teneis la suerte de pedalear con él, seguro que no os va a dejar indiferentes.