Un pasito más. En el Campus Ciclored Joseba Beloki 2018 conseguir dar una pedalada más, lanzar la bicicleta y sobrepasar la línea de meta con mejores tiempos que en las dos ediciones anteriores. Más ciclistas, más acompañantes, más staff, más patrocinadores, unas condiciones climáticas ideales y con Joseba Beloki a pleno rendimiento. Aún así lo mejor volvieron a ser los reencuentros, las nuevas experiencias y los momentos que vivimos encima de la bici, en la sala de charlas, en el comedor… al final se trata de eso. De unir voluntades ciclistas para pasarlo bien y aprender algo de este deporte que nos apasiona a todos.
FOTOS CAMPUS CICLORED JOSEBA BELOKI 2018 >
Por eso en el link que teneis justo aquí arriba es difícil ver fotos de ciclistas sin una sonrisa en la boca. Solo cambiaba el gesto cuando Fernando Pérez y Margan Berdún, nuestros fotógrafos oficiales, nos pillaban en alguno de los test de Rates, Tudons o Benimaurell dándolo todo. Dejándonos el desayuno y los geles y barritas de Planifica tus Pedaladas sobre el asfalto. Porque el ciclismo también es eso. Sonreir y sudar. Placer y cansancio. Porque no hay nada mejor que llegar al Hotel Albir Playa y Spa con hambre de disfrutar del buffet de comida. Esa sensación del trabajo bien hecho. Del cosquilleo en las piernas. De necesitar una horita de siesta antes de ver París Niza o Tirreno en la tele, tomar un café con alguno de los colegas que has hecho durante el Campus y bajar a la sala de conferencias para aprender con Ziortza Villa, Joaquín Calderón, Dani Azagra y Joseba Beloki.
Así intentamos que fuese el III Campus Ciclored. Tratamos de trasladar al más de medio centenar de amigos que pedaleó con nosotros la filosofía ciclista que compartimos con Joseba Beloki. Ciclismo para todos los niveles. Porque en la carretera y en el Campus cabemos TODOS los ciclistas. Sin importar edad, condición física o tiempo para entrenar.
VIERNES 9 DE MARZO. ETAPA 1. TUDONS Y BENIFALLIM
Briefing, charlas, saludos, más saludos, abrazos, presentaciones, bicis al box, chalecos de ULB Sport, etapas, perfiles, bidones de Tuvalum, guías y mapas de Turismo de Alicante, yo a un grupo, tu a otro, reparto de habitaciones en el Hotel Albir Playa y Spa, cena, café, más charla, desayuno, avituallamiento, fotos, coches de apoyo, mecánicos…. Aunque la primera etapa del Campus arrancaba el viernes a las 09.00 antes había que hacer muchas cosas para estar preparado. El ciclismo es así. Necesita de un proceso. No solo es ponerse a pedalear. Pero si al salir a la calle luce el sol y hay 18 grados. Todo es más sencillo. Pues esa fue la tónica de los tres días de rutas. Sol, calor y corte de moreno para dar envidia a los compañeros de grupeta al llegar a casa.
Los ‘deberes’ del día nos llevaban a la cima de Tudons. Para el grupo 1 113 kilómetros y 2.100 metros de desnivel (con la subida de Benifallim) y para el 2 85 kilómetros y 1.500 metros de desnivel. Suficiente para ir acumulando esfuerzos y sobre todo para disfrutar del sol y de ir vestido de corto, que muchos todavía no habían enseñado las piernas al sol en lo que llevamos de temporada. Joseba Beloki y Ziortza Villa al frente del Grupo 2 y el que escribe y Jaime Ortega con el 1. Furgonetas preparadas, mochilas con ropa de abrigo dentro (por si acaso) avituallamiento cargado, Roberto Vega de Ciclos Gorliz y Sigur de Élite Bikes a punto. A pedalear.
Rumbo a Finestrat para empezar a sudar en las primeras rampas. Probar material. Sensaciones. Y sobre todo charlas iniciales con los compañeros de grupetta. En este Campus había de casi todos los puntos de la península. De Ibiza a Galicia y el País Vasco. Pasando por Andalucia, Madrid, Valencia, Cataluña, Castilla La Mancha, Castilla y León, Aragón, Cantabria, Navarra, Extremadura, incluso la cuota colombiana con Helmut y la ‘alemana’ con Pablo Herrero, que por segundo año dejó la nieve de Múnich para coger la bici de carretera por primera vez en la temporada (eso sí, los entrenamientos de rodillo parece que no le van nada mal).
Descenso, cruce hacia Sella, ritmo ‘alegre’ y a cinco kilómetros y medio de coronar Tudons vía libre para pasarlo bien. Cada uno a lo que pueda. A sudar para ganarse el premio del avituallamiento de la cima y revisar los números de Strava por la tarde. Al Grupo 1 nos quedaba descender a Penáguila para subir Benifallim. Esta vez con un elemento nuevo. Carretera con desniveles medios del 6%, viento de cara y terreno para darse otro ‘apretón’. Y en la cima… a descubrir terrenos nuevos. Carretera made in Roubaix para unir la cima con el Safari de Aitana. Terreno diferente con visitantes famosos, porque Van Aert (Tercero en Strade y Campeón del Mundo de Ciclocross) estaba haciendo la misma ruta en sentido contrario.
Bajadita por Sella para estirar piernas y otro momento para jugar a ciclistas antes de llegar a Finestrat. Acelerones, algún pique y buen rollo en la cima. Los deberes estaban hechos y la playa, el recovery de Planifica tus Pedaladas y el buffet del hotel esperaban abiertos. (El plato estrella, una vez más, volvió a ser la paella. Tradición obliga)
Después de la siesta era hora de aprender. Ziortza Villa se encargó de explicarnos (con Roberto Vega como modelo) el funcionamiento de los músculos en la bicicleta y cómo hay que trabajar los estiramientos y la recuperación de cada uno de ellos. Entrenamiento invisible, hipopresivos, tablas de core… y todo con ejemplos prácticos para poder aplicarlos después en casa. Joaquín Calderón (Ciclismo a Fondo) se encargó de abrir un tema polémico ( a petición nuestra) como el de las bicicletas eléctricas de carretera. Primero con un repaso a los modelos actuales, su evolución, sus características técnicas, su funcionamiento y la tendencia que tendrán en los próximos años, y después turno para resolver las dudas y el debate sobre este nuevo modelo de bicicletas.
Y para acabar minutos para la experiencia. Tanto Ziortza Villa como Joaquín Calderón, ambos son Campeones de España de Ultrafondo, se encargaron de explicar cómo son las pruebas de larga distancia, su preparación, la capacidad psicológica para prepararlas, los entrenamientos que hacen falta…
SÁBADO 10 DE MARZO. ETAPA 2. TÁRBENA, BENIMAURELL Y RATES
Para la segunda etapa se incorporaban más ciclistas. Juan, Jose Antonio, Agustín, Pepa, Rubén, Ana (que se apuntó a última hora y sobra la bocina)… pero sobre todo Juan Carlos, al que era un placer verle de nuevo pedaleando y disfrutando sobre la bicicleta. Con ellos sobrepasábamos el medio centenar de ciclistas entre los dos grupos. Tocaba innovar y hacer la etapa reina. Para el Grupo I 112 kilómetros y 2.400 metros de desnivel (con alguna sorpresa) y para el 2 80 kilómetros y 1.800. Rates era el punto ‘caliente’ para ambos. El lugar donde casi todos los equipos profesionales hacen sus test de cara a la temporada. También iba a ser el nuestro.
LA ETAPA DEL GRUPO 1 EN STRAVA >
LA ETAPA DEL GRUPO 2 EN STRAVA >
Manguitos fuera en el primer repecho camino de La Nucía. Y es que el terreno es así. Una continua ascensión sin puertos de renombre, con subidas y bajadas, y que acaban minando las piernas. Por eso al llegar a Bolulla, donde arranca el ‘puerto’ de Tárbena, se habían acumulado ya más de 400 metros de desnivel. Ritmo tranquilo para salvaguardar los músculos porque lo bueno estaba todavía por llegar. Cima de Rates, descenso y el grupo 1 hacia la ‘desconocido’. Una decena de kilómetros de falso llano siempre ascendente, giro a la derecha, tramo de 600 metros de sterrato y rampón del 18%. Carretera estrecha, buen asfalto, ausencia total de tráfico. Benimaurell, La Gorga, el Collao…. nombres para todos los gustos.
Tiempo para aplicarse encima de la máquina. Un reto. Medir distancia. Calcular esfuerzos. Probar desarrollos. Ajustar cambios, respiración, táctica. Y sudar, sobre todo sudar. Porque las rampas del 16% y los 22 grados te obligaban a mojar el maillot y abrir la cremallera. Un gesto y una sensación que algunos tenían olvidada desde octubre del año pasado. Descanso en la cima y foto espectacular con toda la Bahía de Denia y el Montgó de fondo. Los esfuerzos siempre tienen su premio.
No iba a ser el único, ni el último. Primero descenso a Orba para subir el repecho y después a Parcent. Desde allí el mismo camino que todo el pelotón profesional. Rates. Solo seis kilómetros, solo el 6% de desnivel. Pero tiempo para jugar y sufrir. Unos a plato. Otros a cadencia. Da igual. Había que darlo todo para ver en qué momento de forma estábamos. Aprovechar el efecto del gel de última hora para empezar a conocerse. Foto en la cima y ‘descenso’ hasta el Hotel Albir. Una de esas bajadas en que las que acumulan 400 metros de desnivel positivo en 30 kilómetros. De las que vuelven a reabrir el apetito por si te habías quedado satisfecho en la cima del puerto.
Buffet, siesta, exhibición de Mikel Landa en Tirreno, Spa y masaje para que el quiso y a la sala de charlas. Ahora tocaba ver sobre el papel todo lo que habíamos estado haciendo en la bicicleta. Móvil en la mano, strava abierto y Dani Azagra (nuestro entrenador de cabecera) explicando cómo se tienen que interpretar los datos que nos da la aplicación. También cómo hacer nuestros propios test para conocer nuestro estado de forma y una visión sencilla de cómo planificarse un entrenamiento. Dudas, preguntas y turno para Joseba Beloki. Motivación, gestión de grupos, relación del ciclismo profesional con el cicloturismo, anécdotas… Una vez más nadie salió indiferente de la hora y media de charla/debate de Joseba.
SÁBADO 10 DE MARZO. ETAPA 2. TÁRBENA, BENIMAURELL Y RATES
Para la segunda etapa se incorporaban más ciclistas. Juan, Jose Antonio, Agustín, Pepa, Rubén, Ana (que se apuntó a última hora y sobra la bocina)… pero sobre todo Juan Carlos, al que era un placer verle de nuevo pedaleando y disfrutando sobre la bicicleta. Con ellos sobrepasábamos el medio centenar de ciclistas entre los dos grupos. Tocaba innovar y hacer la etapa reina. Para el Grupo I 112 kilómetros y 2.400 metros de desnivel (con alguna sorpresa) y para el 2 80 kilómetros y 1.800. Rates era el punto ‘caliente’ para ambos. El lugar donde casi todos los equipos profesionales hacen sus test de cara a la temporada. También iba a ser el nuestro.
LA ETAPA DEL GRUPO 1 EN STRAVA >
Manguitos fuera en el primer repecho camino de La Nucía. Y es que el terreno es así. Una continua ascensión sin puertos de renombre, con subidas y bajadas, y que acaban minando las piernas. Por eso al llegar a Bolulla, donde arranca el ‘puerto’ de Tárbena, se habían acumulado ya más de 400 metros de desnivel. Ritmo tranquilo para salvaguardar los músculos porque lo bueno estaba todavía por llegar. Cima de Rates, descenso y el grupo 1 hacia la ‘desconocido’. Una decena de kilómetros de falso llano siempre ascendente, giro a la derecha, tramo de 600 metros de sterrato y rampón del 18%. Carretera estrecha, buen asfalto, ausencia total de tráfico. Benimaurell, La Gorga, el Collao…. nombres para todos los gustos.
Tiempo para aplicarse encima de la máquina. Un reto. Medir distancia. Calcular esfuerzos. Probar desarrollos. Ajustar cambios, respiración, táctica. Y sudar, sobre todo sudar. Porque las rampas del 16% y los 22 grados te obligaban a mojar el maillot y abrir la cremallera. Un gesto y una sensación que algunos tenían olvidada desde octubre del año pasado. Descanso en la cima y foto espectacular con toda la Bahía de Denia y el Montgó de fondo. Los esfuerzos siempre tienen su premio.
No iba a ser el único, ni el último. Primero descenso a Orba para subir el repecho y después a Parcent. Desde allí el mismo camino que todo el pelotón profesional. Rates. Solo seis kilómetros, solo el 6% de desnivel. Pero tiempo para jugar y sufrir. Unos a plato. Otros a cadencia. Da igual. Había que darlo todo para ver en qué momento de forma estábamos. Aprovechar el efecto del gel de última hora para empezar a conocerse. Foto en la cima y ‘descenso’ hasta el Hotel Albir. Una de esas bajadas en que las que acumulan 400 metros de desnivel positivo en 30 kilómetros. De las que vuelven a reabrir el apetito por si te habías quedado satisfecho en la cima del puerto.
Buffet, siesta, exhibición de Mikel Landa en Tirreno, Spa y masaje para que el quiso y a la sala de charlas. Ahora tocaba ver sobre el papel todo lo que habíamos estado haciendo en la bicicleta. Móvil en la mano, strava abierto y Dani Azagra (nuestro entrenador de cabecera) explicando cómo se tienen que interpretar los datos que nos da la aplicación. También cómo hacer nuestros propios test para conocer nuestro estado de forma y una visión sencilla de cómo planificarse un entrenamiento. Dudas, preguntas y turno para Joseba Beloki. Motivación, gestión de grupos, relación del ciclismo profesional con el cicloturismo, anécdotas… Una vez más nadie salió indiferente de la hora y media de charla/debate de Joseba.
DOMINGO 11 DE MARZO. ETAPA 3. GUADALEST, CONFRIDES Y TUDONS
Tocaba despedirse de las buenas temperaturas y el sol de Alicante. Último día. Y pese al viento los whatsapps de los compañeros de grupetta en otros puntos de España escribían con mayúsculas la envidia que les estábamos dando. Esta vez tocaba cerrar el círculo que la meteorología nos impidió en 2017. El objetivo Castell de Guadalest. Una de las carreteras más paisajísticas de la zona y que permite encadenar subidas para someter al cuerpo a un esfuerzo continuo. Para el Grupo 1 la ‘broma’ iban a ser 92 kilómetros y 1.800 metros de desnivel, para el Grupo 2, 72 kilómetros y 1.500 metros.
LA ETAPA DEL GRUPO 1 EN STRAVA >
LA ETAPA DEL GRUPO 2 EN STRAVA >
Así que cuesta arriba y a pedalear. Había que ir quemando etapas. Alfaz del Pi, La Nucía, Polop, Callosa, Castell de Guadalest, Confride y cima de Confrides. En total 36 kilómetros de subida y unos 1.000 metros de desnivel. Ideal para asimilar esfuerzos como los que luego muchos tendremos que hacer en otra ascensión similar y con un nombre que ningún cicloturista olvida, Portalet. Sin grandes rampas, sin paredes. Solo dar pedales sin parar y probar el fondo que tenemos. Sobre todo después de dos días seguidos de esfuerzos. Una recreación con tres meses de antelación del juez de la Quebrantahuesos.
En la cima el grupo 2 retornaba al Hotel en busca de la playa y al Grupo 1 le quedaban todavía ‘deberes’ por hacer. Descenso hacia Alcoleja por los tornatis de Alicante y penúltimo calentón/test camino de Tudons. Otros cinco kilómetros y medio para jugar. Cima y para abajo en busca del ya habitual sprint de Finestrat (quedaban algunas cervezas por jugar del viernes) y a la playa.
Los números hablaban solos. Para el Grupo 1 en tres etapas habían 320 kilómetros y 6.300 metros de desnivel acumulado y para el Grupo 2 240 kilómetros recorridos y 4.800 metros de desnivel. Así que la visita al mar estaba más que ganada.
Y en la arena del Albir el penúltimo final del Campus. Primero fotos todos juntos con el mar de fondo y vestidos de corto. El sol siempre da alegría. Después comida para finalizar. Despedidas, intercambio de teléfonos, de correos electrónicos y maletas cargadas de sol y buen rollo para lo que queda de temporada. Unos miraran ahora a QH, a Maratona, a Marmotte, otros a las clásicas, a Flandes, a Roubaix, a Lieja, algunos solo a seguir saliendo con su grupeta, otros seguirán buscando retos en el Campus Piritour o en el Campus Pre QH. Seguro que la mayoría nos volveremos a encontrar en el camino o en el Campus de 2018. Porque el ciclismo tiene eso, que cuando has compartido pedaladas con alguien jamás lo olvidas.