Alforjas, caminos, pistas y una aventura por delante. Viajar con la bici es el sueño de muchos ciclistas de cualquier disciplina. Hace falta tener tiempo para entrenar, pero si el día a día no te lo permite puedes echar mano de una MTB eléctrica que te ayude a viajar y llegar a esos lugares que siempre has querido ver.
Los tabués con las bicicletas eléctricas de montaña se rompieron hace años. Ayudan, y cuando llevas encima alforjas con el peso de ‘una casa’, pues mucho más. Hacen que el camino sea más agradable y que el esfuerzo físico, que también hay que hacerlo, ojo, no sea el impedimento fundamental para llegar al destino ni un trabaja para emprender el camino.
Consejos y ventajas de viajar en E-MTB
Antes de empezar el viaje, lo primero es estudiar la ruta que vamos a hacer y el tiempo que tenemos. De ella dependerá en gran parte la elección de la Mountain bike eléctrica que vayamos a llevar en el camino. Normalmente en una ruta no demasiado complicada, como un Camino de Santiago, que requiera solamente pisteo o tenga bastantes kilómetros por carretera, lo ideal es una MTB rígida. Te permite ir rápido, con una suspensión adecuada para que sea cómoda y te ahorras los problemas derivados de la segunda suspensión. Para necesitar una doble el viaje debe ser por senderos y trails complicados, y por lo generalmente estrechos, por lo que además tendrás que repartir muy bien el peso de las alforjas y elegir las más minimalistas posibles.
El diseño de cada una de las etapas del viaje es fundamental. La Ebikes de montaña son una ayuda… hasta que se quedan sin batería. Por eso lo primero de todo es haber hecho antes algunas rutas de un día con la bici y las alforjas para saber realmente hasta donde llegan las baterías y los kilómetros y el desnivel que puedes hacer con tus propias piernas. Siempre puedes llevar una batería de repuesto, pero eso supondrá restar espacio y sumar peso a tu equipaje, que ya de por sí debe ser reducido.
El final de cada etapa debe coincidir con un lugar en el que puedas cargar las baterías de bicicleta y eso ‘casi’ obliga a pernoctar en hoteles o albergues. Ahora mismo los tiempos de carga de una MTB Eléctrica pasan de las cuatro horas, por lo que lo ideal es aprovechar las horas de sueño y no tener que hacer una parada tan larga en mitad de una etapa. Dormir en vivac o tienda de campaña, si no es un camping, es prácticamente inviable con las baterías actuales.
La gran ventaja de la MTB eléctrica para viajar es que democratiza el ciclismo y en él se pueden incluir senderos o puertos que antes no podías subir por sus desniveles, distancias que antes no podías cubrir y a personas que por su condición física jamás podrían realizar un viaje en bicicleta.
Los puertos o senderos con más del 10% solían estar descartados si viajabas con una bici cargada con alforjas, a menos que estuvieses muy en forma. Con la e-bike puedes ‘dejarlos’ en el 2/3% y no perderte las vistas y los paisajes. Gastarás algo más de batería, claro, pero todo es medir la duración, porque el descenso siempre se puede hacer el modo eco o con la batería apagada.
Realizar más de 100 kilómetros con alforjas por caminos solía ser complicado, aunque tuvieses todo el día. Y suponía llegar al lugar de destino con pocas ganas de visitarlo y descubrirlo a fondo. La E-bike permite cubrir esa distancia sin problema y llegar ‘fresco’ o aumentar los kilómetros y el esfuerzo, pero ver más lugares en la misma jornada. Puedes reducir el número de etapas o incrementar la da distancia recorrida en cada una de ellas.
Y con las MTB Eléctricas también puedes decir adiós al viajero solitario que no encuentra compañeros de ruta porque no están preparados. Dependiendo de la dificultad y los kilómetros, puedes incluir en tu grupo casi a cualquiera que sepa montar en bici y tenga ganas de viajar dos o más días y disfrutar de la experiencia. Seguramente alguno de ellos incluso repetirá experiencia.