Pedro Delgado lleva siendo un ídolo de masas desde los años ochenta. Desde que colgó la bicicleta en el año 94 se ha contado su historia en varios libros, en radio y en muchas horas de televisión comentando las etapas del Tour y la Vuelta. No hay ningún aficionado al ciclismo que no sepa que Perico llegó tarde a la crono de Luxemburgo (y a otros muchos sitios), que casi le echan del Tour por el tema del Probenecid o que ganó la Vuelta del 85 a Robert Millar, pero faltaban que el propio Perico lo contase en primera persona.
‘La Soledad de Perico’ es la versión más intima de Pedrito, el chaval que nació en Segovia en los 60 y que ‘pedaleaba’ en una silla porque a su familia no le llegaba para comprarle una bicicleta. Ainara Hernando, la encargada de escribirlo, ha plasmado a la perfección los sentimientos de Perico. Cuando abres las páginas del libro y comienzas a leerlo, escuchas la voz de Pedro contándote cómo se sentía al final de su carrera cuando le costaba hasta aguantar en el pelotón del Tour en el llano o como estaba en una nube al día siguiente del fallecimiento de su madre mientras subía la Croix de Fer.
El titulo ya da una pista de cómo está enfocado el libro. Un ciclista es uno más cuando va en pelotón, pero se hace importante cuando marcha en solitario. Arranca en el momento de soledad entre la cima de Navacerrada y el descenso entre la niebla en busca de Pepe Recio en aquella Vuelta del 85. Ya sabeis. Perico perdido en la general, Robert Millar como líder. Ataque en busca de la victoria en casa (acababa en Destilerias Dyc de Segovia) y para justificar el sueldo que cobraba en su nuevo equipo que acabaron en una tormenta perfecta para ganar una carrera que tenía demasiado lejos. Eso es lo que todos sabemos, pero no lo que pensaba Pedro ese día, ni sus recuerdos y sensaciones mientras arriesgaba entre una niebla densa a 70 por hora.
El del 11 de mayo de 1985 es el primer capítulo de un libro divido en 11 y en el que cada uno es una fecha importante para la carrera deportiva de Perico. No elude temas como el ‘positivo’ con Probenecid, las disputas con José María García, la pelea con los equipos por los contratos o el enfrentamiento con Montoya y Mínguez en aquella Vuelta que se acabó llevando Tony Rominger. Tampoco la versión más intima y familiar. Ni los recuerdos de niñez y juventud, cuando solo era Pedrito.
Es Perico desde dentro. Desprovisto del halo de ex deportista profesional o personaje de la vida pública que en que casi todo el mundo le encasilla. El que sufre cuando le duelen las piernas, pasa frío cuando nieva en el Gavia o se cae y se rompe la clavícula bajando Joux Plane. Si pedaleas te verás muchas veces reflejado en las sensaciones que narra Pedro en el texto de Ainara Hernando. Si no eres ciclista conocerás a una persona que pasó estrecheces económicas casi sin darse cuenta y para el que la familia siempre ha sido el eje de su vida.
Tampoco es cuestión de dar más pistas sobre el contenido. Porque por muy ‘periquista’ que seas y hayas seguido la carrera deportiva de Pedro seguro que vas a encontrar momentos y situaciones que tú viviste desde fuera de una manera y que Perico cuenta desde dentro de otra totalmente diferente. Son las ‘sorpresas’ que te vas encontrando en un libro escrito de unas perspectiva que no habías imaginado.
