Vamos a dar morbo a esto del Mundial de Ciclismo de Ponferrada. Imaginense que metemos en la misma habitación a Brian Cookson, Manolo Saiz, Vicente Belda y Alexander Vinokourov ¿Qué pasaría? El viejo y el nuevo ciclismo en sólo un par de centenares de metros cuadrados, los que ocupa de la zona VIP (comida y bebida gratis) del Mundial 2014. ¿Habría voces, gritos, insultos? ¿Se echarían en cara quién ha trabajado más por el ciclismo?
Como ya habeis podido imaginar sucedió esta tarde durante la carrera del Mundial Femenino senior. Mientras Vos y compañía litigaban por las medallas en la zona VIP se unían todos los ciclismos. El de antes, tachado por algunos como sucio, y el de ahora que proclama a los cuatro vientos la limpieza y la honestidad. Pocas palabras entre ellos. Miradas esquivas.
El encuentro se produjo al acabar la carrera. Saiz y Belda aconsejaban a los jóvenes de la selección Sub-23 de Colombia. «Chaval, tu cuando llegues a un equipo pro haz lo mismo que Purito cuando se presentó en la concentración de la Once. Atacarlos a todos«, les decía el cántabro. Salió Cookson, presidente de la UCI, camino del proletario ‘cross point’ que está a 200 metros de la línea de meta. Al pasar a su lado no saludó. Sólo cuando aguardaba la cola, aquí son todos proletarios, miró de refilón a la pareja. Gesto contrariado, cuatro palabras de desaprobación a su acólito y camino del hotel.
El pasado de ciclismo, que tanto lucha por esconder la actual dirección de la UCI, les aparece de buenas a primeras en una zona VIP, compartiendo mesa y mantel. Pese a que llevan años fuera del circuito Belda y Saiz todavía concentran a ciclistas, directores y managers a su alrededor. ¿Por algo será?
VINOKOUROV Y BELDA
El caso de Vinokourov es distinto. De estrella a apestado por su caso de dopaje. Ahora es el jefe del ciclismo de Kazajistán. Eso supone un conjunto Pro Tour, el Astaná, y dinero para la UCI. Pecados expiados por obra y gracia del dinero del este. También trabaja en el Mundial Abraham Olano, que lleva uno de los coches de carrera. Su historia es más rara todavía. Director técnico modélico en la Vuelta hasta que una gota de su sangre que congelaron en 1998 dijo que tenía EPO. ASO, que es quién organiza el Tour y ahora también La Vuelta, le mandó para casa y ahora reaparece en el Mundial, que organiza la UCI, la misma que desposeyó a Armstrong por algo similar. Este ciclismo es nuevo, viejo o no hay quien lo entienda.
El nuevo ciclismo es el que hace que Francia o Italia, dos de las selecciones con más tirón de aficionados, se hayan tenido que ir a León por el precio de la oferta hotelera de Ponferrada. Por no hablar de los españoles, a 50 kilómetros. En la ciudad se han quedado australianos, americanos, belgas, alemanes y poco más de relumbrón. Los visitantes echan en falta ambiente ciclista y los comerciantes por ahora no han visto el maná de 300.000 turistas que les prometieron. Los que llevan toda la semana, aficionados belgas y holandeses en su mayoría, apuestan por el low cost de rulotte y compras en el centro comercial.
A los veteranos de otros Mundiales les falta una gran feria de ciclismo, como la que había en Florencia y que nada tenía que envidiar a Unibike. Allí había desde material ciclista de última generación hasta presentaciones de productos. En Ponferrada tapas, productos del Bierzo, una carpa de merchandising y las tres tiendas de ropa ciclista habituales en La Vuelta a España o en el Tour. Y poco más.
SIMÓN GERRANS, CADEL EVANS Y TONI KROOS
No es extraño viendo la cultura ciclista de algunos en la ciudad, que son capaces de gritar: «Mira Toni Kroos«, al paso de la selección belga de ciclismo. A su rueda estaba Adrián García para oirlo y comentarlo en su twitter. Ya saben como son estos belgas, con una bandera tan parecida a la alemana.
Al Team Ciclored le tocó esta vez compartir ruta con la selección australiana y americana. Pudimos ver las últimas series de Cadel Evans antes de colgar la bicicleta y conversar con un simpático Simon Gerrans (auténtico ogro para Alejandro Valverde). Nosotros, valverdianos 100%, solo pudimos desearle suerte para que fuese medalla de plata. ¿Qué le vamos a hacer? Nos puede el corazón. También le contamos el truco de circuito. Ataque a 300 metros de coronar el repecho y oro en la meta. «Easy and simple«, respondió entre risa el Aussie.
Pero vamos a ponernos ya a hablar de ciclismo y de las dos vueltas de emociones que nos ha regalado la prueba femenina élite. Con diferencia la más divertida de las que llevamos hasta ahora. Demarrajes, explosiones, caídas y dos descensos con agua que han multiplicado la prudencia y hacen temer a todas las selecciones lo que pueda suceder en la prueba senior masculina, para que la que se anuncia lluvia todo el día.
LA CARRERA FEMENINA… EN DIFERIDO EN LA TELE OFICIAL
Al final el ataque a cinco de meta de Johansson no sirvió para nada porque no se entendió con sus tres compañeras de grupetta. Por detrás el trabajo de la alemana Lichtenberg echó al traste la escapada y permitió que su compañera Brennauer se llevara la plata en el sprint. El oro para la francesa Ferrand, que no apareció hasta el final. Vos, la favorita, se desfondó en el sprint y acabó décima.
Las españolas Sanchís y Santesteban aguantaron hasta cinco de meta en el grupo cabecero. No tuvieron fuerzas para responder a los ataques, pero con los medios del ciclismo femenino en España ya es un éxito llegar hasta donde lo hicieron. Eso sí. El aficionado de a pié se quedó sin verlo en directo por la tele. RTVE, la televisión oficial del Mundial, decidió darlo en diferido a cambio de un partido de basket. Menos mal que salió Perico Delgado en twitter para anunciar que se podía ver en la web del ente.