Hay un ciclismo que se mueve por ciudad. Pese a que España todavía no es Bélgica ni Holanda, las grandes urbes se están adaptando a la bicicleta. Carriles bici, espacios en la calzada a menor velocidad especiales para bicicletas o señalización ciclista ayudan a poder crear una ruta en bici urbana con las que visitar lugares, hacer algo de deporte o simplemente desplazarte de una forma más ecológica (y a veces más rápida) a que lo hicieras en coche.
Además, ahora mismo el no tener una bicicleta propia no es ningún problema, porque hay multitud de opciones disponibles. Una de ellas, rentarla por meses y olvidarte del mantenimiento o de tener que subirla a casa si tienes poco espacio. Algunas, como Kleta, incluso tienen su propia guía de cómo hacerlo para ponértelo lo más sencillo posible (descubre más aquí).
ANTES DE LA RUTA
Lo primero es diseñar una ruta que vaya acorde con tu estado físico. Lo ideal es utilizar alguna de las webs especializadas que permiten crear un archivo que te puedes bajar a tu gps. El dispositivo te ayudara a no perderte y te dirá los kilómetros que te quedan por delante. También puedes crear alguna ‘escapatoria’ por si a mitad de la ‘etapa’ necesitas recortar.
Si metes algunas cuestas en la ruta debes tener en cuenta el modelo de bicicleta que vas a emplear. Si es e-bike, sin problema, pero si es una convencional tienes que mirar la marchas de la bici. Procura que lleve al menos cinco o seis marchas para que puedas jugar con los desarrollos y subir piñones. Te ayudará a no acabar sudando después de una rampa al 5%, por corta que sea.
La ropa es importante para una ruta en bici urbana. Lo ideal es ir cómodo y con prendas que ya hayas utilizado antes. Si evitas las primeras horas del día no tendrás que llevar ropa de demasiado abrigo. Como no se trata de ciclismo en el que prima la velocidad puedes obviar la lycra, pero ten en cuenta que la ropa holgada en bici acaba siendo un problema, sobre todo los pantalones (que rozan con la cadena). El casco, aunque dentro de ciudad no es obligatorio para mayores de edad, si es más que recomendable.
DURANTE LA RUTA
Lo principal es prestar atención a tu entorno. Es cierto que hay tramos y carriles bici en los que el ciclista tiene la prioridad, pero también que a veces el resto de los vehículos no respetan estas reglas y normalmente en caso de accidente el perjudicado siempre es el ciclista, aunque lleve la razón. Por eso además del código de circulación aplica el sentido común y si debes parar en un cruce aunque tengas prioridad para asegurarte de que no te vas chocar con otro vehículo, hazlo.
DESPUÉS DE LA RUTA
Depende mucho de los kilómetros que hagas y de tu estado de forma general, pero los nunca vienen mal estirar los músculos, sobre todo si no haces demasiado deporte o has hecho una ruta más larga de lo habitual. Evitarán que te duelan las piernas y también problemas en la espalda y las cervicales, ya que la posición que llevas en la bici no es la que suelen ‘entrenar’ todos los días.