Has llegado a la QH 2015 y por delante tienes 200 kilómetros para disfrutar de la bicicleta así que hay que tomárselo con mucha filosofía y poco estrés. Antes de llegar hasta la línea de salida de Sabiñánigo tienes que haber cumplido con los requisitos de entrenamiento y nutrición que expuso Dani Azagra.
Una de las grandes claves de la QH es haber llegado bien descansado. La semana anterior debes bajar el nivel de los entrenamiento, su intensidad y… dormir. Sí. Dormir todo lo que el cuerpo pida y algo más. Tanto, que si incluso pasas en vela la noche anterior a la QH no se llegue a notar.
Ahora vamos con los desarrollos. Cada ciclista es un mundo, pero siempre conviene tener un margen de seguridad en caso de que las fuerzas decidan no acompañarnos ese día. Lo mínimo que debes llevar es un 34×25 (aunque hasta el 32 atrás te vendrá de lujo en el Marie Blanque). Si no tienes compact procura meter por lo menos un 27 con el 39.
Ya lo tienes todo ok, pues adelante.
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– De Sabiñánigo a Jaca: Los primeros kilómetros de la Quebrantahuesos son muy favorables, rodarás en un gran grupo y por mucho que quiera soplar el viento ni te vas a enterar. En todo el tramo hasta Jaca lo más importante es la precaución y dar distancia de seguridad ante posibles caídas. Muchos van nerviosos y arriesgan demasiado y en ciclored.com creemos que no tiene recompensa irse al suelo de inicio por un puñado de segundos. Así que si alguno se quiere meter en tu hueco… cederselo con una sonrisa.
– De Jaca al Somport. La carretera se empieza a empinar y tienes las primeras sensaciones. Quizás no sean del todo buenas. Tranquilo. El Somport es un puerto ‘amigo’y durante los kilómetros iniciales ascenderá ligeramente y te ayudará a coger un ritmo de crucero. En cuanto pases la estación de Canfranc llegarán las rampas más duras así que sube piñones y procura ascenderlas con buena cadencia. Todo ahorro muscular en el primer puerto será esencial para después.
– Del Somport al inicio del Marie Blanque: Has coronado el primer puerto del día y es turno de recuperar fuerzas. Antes abrígate con el chaleco y los manguitos porque en el descenso hará fresco y es muy posible que te encuentres humedad y algo de llovizna. Es una bajada rápida y con alguna curva peligrosa, así que habrá que extremar la precaución. Es esencial que comas y bebas algo, pero no es obligatorio que lo hagas al inicio del descenso. Tranquilo, hay muchos kilómetros y varios de ellos llanos para que puedas comer con seguridad.
– El Marie Blanque. Llevas 90 kilómetros en las piernas y has recuperado esfuerzos en el descenso del Somport. Estás ante uno de los momentos clave. Justo antes de Escot puedes ingerir ya uno de los geles de Isostar. Tendrás cinco kilómetros a desniveles suaves y a falta de cuatro para la cima se convertirá en un muro. Es una auténtica pared con rampas mantenidas siempre por encima del 10%.No hay descansos así que no tengas rubor en meter todo el desarrollo que puedas. Y si el cuentakilómetros no pasa de 11 por hora… es normal para el común de los cicloturistas. Eso sí, sonríe que en el último kilómetro estará nuestro amigo Abel para haceos una foto que podreis ver el mismo sábado por la tarde.
– Descenso del Marie Blanque y llaneo hasta Laruns. Una vez que el ácido láctico ha corrido a su gusto por tus piernas en el Marie Blanque es hora de reponer líquidos en el avituallamiento que hay a mitad de descenso. Ojo con la bajada que casi siempre hay humedad y en el tramo final tiene varias curvas reviradas. Siempre habrá un voluntario con una bandera para advertiros del peligro.Y cuanto llegues al final del descenso.. a comer, pues hay 15 kilómetros llanos hasta Laruns, el pueblo donde se inicia el Aubisque… y el Portalet, nuestro tercer plato del día.
– El Portalet. Marcará tu tiempo en la QH 2015. Si has sabido reservar fuerzas sus 28 kilómetros se convertirán en una autopista para ti. Si te pasaste de esfuerzos… puede ser un auténtico calvario. Como poco se te va a ir una hora y media en la subida, así que hay que comer y beber durante la ascensión y los geles de rápida asimilación son la mejor opción. Los primeros kilómetros son tendidos y sólo la presa de Artousté pasa del 8%. Lo más duro te espera a siete de la cima, justo en la zona de las galerías. Un kilómetro completo al 9% hará que tus piernas se resientan… menos mal que tendrás a un enjambre de aficionados dispuestos a darte su último aliento. Te sentirás un profesional del Tour y tu adrenalina se disparará cuando cruces la frontera.
– Descenso del Portalet y Hoz de Jaca. La euforia por pasar el Portalet siempre es efímera. A la mente te vendrá la última tachuela, el Collado de la Hoz. Antes puedes reponer fuerzas en el avituallamiento que está en mitad de la bajada y prepararte para el último golpe de pedal. La Hoz son sólo dos kilómetros y medio, pero tienen rampas del 13%. Debes dar tu último aliento y en cuanto llegues a la parte de cemento sólo te quedarán 500 metros para coronar.
– Descenso de la Hoz… y a Sabiñánigo. La bajada de la Hoz tiene varias curvas peligrosas, por lo que unido al cansancio y las ganas de terminar nos obligan a estar más alerta de lo normal. Tendrás que cruzar por la presa y pasar el último repecho antes de comenzar un rápido descenso a Biescas y luego 12 kilómetros llanos hasta Sabiñánigo. Es esencial unirte a una buena grupetta en la que todos podais colaborar para combatir el viento de cara que anuncia la previsión para el tramo final. En este 2015,al igual que en 2014, tienes un regalito final en forma de repecho de unos dos kilómetros. Se llama Cartirana. Tranquilo, a ritmo se hace sin problemas. Después, bajada hasta Sabiñánigo.
– Y… colorín colorado. Entra en meta con una sonrisa y no esprintes al resto de compañeros de grupetta. Tu objetivo está cumplido. Eres feliz y sólo te queda acudir a las duchas, darte después un buen masaje, comer como un rey y responder a todos los whatsapp que tendrás en el móvil preguntándote por tus resultados.
