Carmona, 26 de agosto. 14.00. La Vuelta 2014 acaba de pasar por el Alcázar del pueblo sevillano. El termómetro de mi Garmin canta los 45 grados. En el estómago espinacas, salmorejo, croquetas y muchos litros de agua. Es la hora. ¿Para echarse la siesta? No, para partir hacia Lora del Río en bicicleta junto a una docena de ciclistas australianos.
Y es que Historias de la Vuelta 2014 con ciclored.com es así. Reto tras reto. Esta vez bajo la canícula veraniega sevillana, que cantaría Javier Ares. El programa es el programa y la etapa estaba marcada así. Era el primer contacto con La Vuelta y nos tocaba salir de Utrera, pedalear hacia Carmona para ver el paso de la ronda y luego continuar hasta Constantina. En total, casi 100 kilómetros. Ese era el encargo de Will, el jefe de la expedición australiana, y había que cumplir a pies juntillas.
Todo había empezado un día antes en Ávila, cuando Carlos Sastre en persona nos fue dando las Cerveló. R3 y R5 montadas en Ultegra Di2 y alguna S5. Ejercitamos más el sentido de la envidia que la fuerza física. Las máquinas para el australian job eran ideales para rodar. Había tocado madrugar pero la charleta posterior con todo un ganador de Tour mereció la pena. ¡¡¡ Qué fácil es aprender de ciclismo al lado de un profesional de su talla!!!
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Después camino de Sevilla hacia el Hotel EME Catedral. La cena para conocer a nuestros futuros compañeros de pelotón fue en la terraza, con la Giralda y Sevilla al fondo y cerveza y tapas andaluzas de menú. No era el mejor combustible para rodar, pero ¿Quién es el valiente para rechazar aquellas delicatessen?
Madrugón y desembarco en Utrera. Plaza Porche de Santa María. La mitad de los vecinos ejercierdo de la vieja del visillo cuando nos ven sacar una docena de bicicletas de la furgoneta. ¿La Vuelta empieza hoy aquí? ¿Sois profesionales? ¿Con este calor en bici? ¿Estais locos?. Un poco sí, la verdad.
Al menos el inicio era plano, con viento cómodo y los australianos enchidos de orgullo gracias a su paisano Matthews, que el día antes había ganado la etapa y se había vestido de líder en Arcos de la Frontera. El gran problema era Lorenzo, que ya había empezado a brillar cómo sólo puede hacerlo en agosto en la provincia de Sevilla.
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Para mitigarlo intentaba dar charleta al grupo… pero lo único que aparecía en mi mente era el Ride (versión ciclista, claro) to the Hell de los paisanos AC DC. Avituallamiento en Cueva Pepe de Carmona y primer vistazo a La Vuelta. Rápido, con caravana publicitaria incluida. En el pelotón tira Orica. Felicidad australiana completa.
Rodaje suave hasta Lora del Río y entramos en territorio comanche. 30 kilómetros hasta Constantina en continua subida, con repechos del 8% y un viento directo del Sahara. La sierra norte de Sevilla se prestó a emboscadas. Poco más de una hora de esfuerzo y seis litros de agua después, cómo funcionaron los gregarios…., el trabajo estaba hecho. Y con tiempo suficiente para ver por televisión a Valverde atacando en Córdoba. Sólo con mirarnos supimos lo que estábamos pensando. Estos ciclistas están locos. Bien, creo que ya han comprendido el concepto ciclored.
Y al acabar nos queda el trabajo de auxiliares y mecánicos. Con Dani al frente nos vamos de revisión y limpieza de bicis. Un esfuerzo extra… si consiste en rodar un poco con una Cervelo S5 para ver que todo funciona bien… creo que no es tan sufrido, no?
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