¿Tu pondrías el Mundial y la Eurocopa en la misma fecha? No verdad. Pues en esto del cicloturismo sucede y a veces La Maratona y la Marmotte Alpes son el mismo dia. En este 2022 el 3 de julio. Dolomitas y Alpes. Dos lugares donde huele a Giro/Tour. Así que tuvimos que dividir al Team Ciclored. Unos a Marmotte, otros a Maratona y Sergio en la oficina central al mando de las operaciones.
Porque, aunque parezca lo contrario, no fue sencillo llegar a los destinos. Ola de Covid, huelga de transportistas, huelga de Ryanair… Se ponía la cosa más complicada que al Madrid en el Bernabéu ante el Manchester City (bueno, ya que esta con los símiles futbolísticos, pues este venia al caso). Así que antes de empezar ya tocaba remontada. Adelanto del traslado de bicis con Bullet Bike, plan alternativo de vuelos y a esperar que en los aeropuertos todo estuviese tranquilo.
MARATONA Y MARMOTTE
Por eso, cuando el viernes 1 de julio ya estábamos todos en nuestra habitación de hotel/apartamento en Alpes/Dolomitas, pudimos respirar. Entonces empezaba la fiesta. Lo que más nos gusta. Vamos. Lo de dar pedales disufriendo por los puertos del Giro y del Tour. Ver paisajes de alta montaña, pedalear por ellos, pegarse un calentón de vez en cuando, competir si nos apetece en Marmotte/Maratona y sobre todo conocer a nuevos ciclistas que les apasiona esto tanto como a nosotros.
Las previas a la Marmotte/Maratona suelen ser muy lights. Etapa suave, recogida de dorsales, tiempo para selfies, charletas, organizar las mochilas para el día siguiente, comer bien, bueno, comer mucho, y el briefing informativo con todos los consejos/trucos para afrontar la marcha. En Alpes, Col de la Sarenne, en Dolomitas, bajada a Badia y subida a Val Gardena. En ambos, un montón de fotos de montañas espectaculares. Como norma común para ambos sitios en este 2022, el buen tiempo. Sol y calor, por lo que las mochilas de los vehículos de apoyo eran más para dejar ropa después del fresco matutino que para abrigarse.
A las cuatro ya estaba el desayuno preparado en el Hotel Table y en el Hotel Christian en Corvara y media hora más tarde en el Hotel Le Castillan en Alpe d´Huez. Para estas cosas hay que madrugar… que así tenemos más tiempo para pedalear. En La Maratona la salida se da a las 06.30 y este año con mejor temperatura que nunca y en Marmotte la primera a las 07.00. En ambos casos tardas poco en quitarte la ropa y entrar en calor. Campolongo y Pordoi en la versión italiana y el larguísimo Col du Glandon en la francesa fueron suficientes para dejar a un lado el chaleco y los manguitos.
Hasta aquí las similitudes. Pero la Marmotte y la Maratona también tienen grandes diferencias, aunque en ambas se puede correr todo lo que quieras porque son ciclodeportivas, con podio, entrega de premios y todo eso. En la ciclo italiana está todo cerrado al tráfico y en la francesa hay tráfico en los llanos de los valles y se para el tiempo en la bajada de Glandon. Si vas a Maratona puedes elegir en el momento alguno de los tres recorridos de 55, 105 y 140 kilómetros. El primero es la Sella Ronda, que incluye Campolongo, Pordoi, Sella y Val Gardena. El segundo, además de estos puertos, suma un nuevo Campolongo, Falzarego/Valparola y el Muro del Gato. Y en la versión más larga después del segundo Campolongo se sube Colle de Santa Lucía, Giau, Falzarego/Valparola (por una vertiente diferente a la de 105 km) y el Muro del Gato.
En Marmotte el recorrido más conocido es el de 175 kilómetros, con Col du Glandon, Galibier y Alpe d´Huez. Tienes la versión en dos días, una etapa el sábado hasta mitad de Galibier y otra el domingo desde allí hasta la meta de Huez. Y otra extra larga, que después de subir Alpe d´Huez sigue hasta La Sarenne, desciende La Sarenne y vuelve a subir Alpe d´Huez.
Si has leído hasta aquí sin cansarte de ‘subir’ tanto puerto te puedo contar que casi todos los ciclistas que pedalearon con nosotros consiguieron acabar alguno de los recorridos de Marmotte/Maratona. Y que eso de llegar a meta después de un etapón del Tour/Giro es un subidón. Vamos, que te sientes como Pogacar después de ganar el Tour, pero sin ganarlo, solo alcanzando el final (Nota, crónica escrita antes de que el esloveno sufriera en Col du Granon)
SOLO MARATONA
El lunes después de Marmotte tocaba recoger los bártulos para volverse a casa. En Dolomitas no. Está demasiado lejos como para hacer solo una etapa… y por delante teníamos una semana de Giro. Así que pies a los pedales (versión ciclista de manos a la obra). El tappone previsto en Italia iba por Campolongo, Marmolada, Pordoi y Campolongo. Casi 3.000 metros de desnivel en menos de 100 kilómetros. Había previsión de lluvia para mediodía y mucho cansancio en algunas piernas. Así que también montamos otra ruta alternativa, con Valparola y Campolongo.
Y la previsión meteorológica… se cumplió. Aunque nos dejó margen para disfrutar. Al grupo de Valparola/Campolongo solo les llovió en los últimos kilómetros y cerca del hotel. A los que nos atrevimos con la versión más larga… Pues Campolongo y Marmolada sin problema (la carretera ya estaba abierta después de la desgracia del glaciar). En la bajada ya se puso a llover, en Canazei caía algo más de agua, así que la subida al Pordoi fue épica y diluviada. Y en la cima. Pues con 6 grados y 28 tornantis de descenso… capuccino, strudel, pastel, bicis a la furgo de Diego y retorno motorizado. Al llegar a Covara, pues como podeis imaginar, un sol radiante de esos que te llaman a salir en bici.
Para el martes había traslado desde Corvara a Grosio, pero era por la tarde… Que aquí se pedalea todos los días. A primera hora un puerto desconocido para el gran público, pero duro y con unas vistas de los Dolomitas espectaculares. El Passo delle Erbe, ya con sol, buenas temperaturas y casi calor. Al final 70 kilómetros y 1.600 metros de desnivel, que no está nada mal para despedirse de la zona.
Y es que el miércoles tocaba la etapa reina. Stelvio y Gavia. Lo primero, desayuno italiano en el Hotel Sassella de Grosio. Después, en bus a Bormio, y las bicis en la furgo adaptada de Bullet Bike. A las 09.00 horas todos en ruta con 25 grados… casi los mismos que hacía en la cima del coloso italo-suizo (si, hay una subida por Suiza, el Umbrail Pass). Pocas veces allí arriba ha hecho tanto calor. Vamos, que no hacía falta casi ni abrigarse para descenderlo hacia Bormio. Consecuencia, que en el inicio de Gavia hasta Santa Caterina de Valfurva la temperatura no bajaba de 30 grados. Demasiado para el lugar donde estábamos. Pero Gavia nunca defrauda. Carreteras casi vacías, paisajes de ensueño y un final en falso llano que te deja buen sabor de boca. Y en este 2022 la etapa no acaba al descender de nuevo a Bormio, sino 25 kilómetros más abajo en Grosio, para completar 125 y más de 3.000 metros de desnivel.
Para el último día… pues a cumplir tradiciones. El Mortirolo. A las 08:00 en bici. 10 kilómetros de calentamiento en Mazzo di Valtellina… calentón. Es un puerto que no se puede subir tranquilo, aunque quieras. Si no pones vatios de tu parte, no llegas arriba. El esfuerzo merece la pena. Primero porque es un reto para cualquiera, segundo porque es historia viva del Giro de Italia (y de Pantani) y tercero porque en la parte final hay unas vistas espectaculares del Valle de la Valtellina y si bajas un poquito… de los glaciares del Passo del Tonale.
Ducha, spa, bicis con Bullet Bike para el retorno por carretera, pizza, un rato para ver el Tour de Francia y aeropuerto de Bérgamo. Cierre del noveno viaje a Dolomitas…y como el de 2023 será el décimo, pues ya estamos preparando una ‘locura’ tappone Giro de Italia. Y si te has quedado con ganas de alta montaña… este verano todavía vamos a Pirineos….
