La Corsa Rosa siempre es la carrera de la pasión, en la que pasan cosas raras. Descontrol y ciclistas inesperados que se juegan una carrera para la que, en principio, nadie contaba con ellos. Grandes remontadas en los últimos dias, como las de Nibali y Froome, y grandes pajarones, con Yates y Pinot como ‘especialistas’. Y eso que solo hemos cogido como referencia las últimas ediciones. Italia tiene una orografía en la que es muy fácil diseñar recorridos, cualquier día puede ser importante, pero te hemos diseñado una guía de las etapas clave del Giro 2022.
Y este Giro 2022 no es como el de las últimas ediciones, sino que tiene dureza al inicio y al final y una parte más cómoda en la segunda semana. Y como a estas alturas ya sabes, no empieza en Italia, sino en Hungría, pero con tres etapas con aroma a pizza napolitana. El primer día, viernes 6 de mayo, que luego el lunes habrá traslado, final en el Castillo de Visegrád. Cinco kilómetros al 5%. Luego crono individual cortita de nueve kilómetros en Budapest con otro final en alto y adoquines, allí se acabaran las cronos hasta la última etapa en Verona, y para acabar un día de velocistas antes de volar a Sicilia. Territorio perfecto para que Van der Poel se vista de rosa.
EL BLOCKHAUS Y EL ETNA EN LA PRIMERA SEMANA
En Sicilia el Giro vuelve a meter la subida al Etna, que se ha convertido en habitual en el último decenio. Es una etapa de 170 kilómetros y 3.500 metros de desnivel con carreteras botosas y sin un kilómetro llano por el interior de la isla. La ascensión al Etna, aunque acaba en el refugio de la Sapienzia, tiene un tramo intermedio diferente al de otras ediciones de tres kilómetros al 9% de media, aunque el global sea un puerto de 22 kilómetros al 6% muy constantes.
Después vienen dos jornadas previsibles para velocistas. Todavía en Sicilia, Catania-Messina, en homenaje a Nibali, que también se ha apuntado a este Giro, y al día siguiente Palmi-Scalea por la rivera del Cedri, ya en la península itálica.
Para el tríptico del fin de semana el Giro vuelve a meter montaña. El viernes 13 de mayo es una de esas jornadas en las que puede pasar cualquier cosa. 200 kilómetros con 4.500 metros de desnivel entre Diamante y Potenza, en el corazón de los Apeninos Lucanos. Cuatro puertos de montaña (Passo della Colla, Monte Sirino, Montagna Grande di Viggiano. y Sellata), carreteras malas y final en alto dentro de la ciudad con rampas del 15%. Un día para los escaladores favoritos al triunfo final, Yates, Landa, Bilbao, Sosa, Superman López, Carapaz, Bardet, Almeyda… y para saber si los dos ‘croners’ Dumoulin y Kelderman están para muchos trotes.
El sábado 14 hay una etapa compleja y revirada, con circuito incluido, por los alrededores de Nápoles. Ojo como le de por llover, y el domingo 15 de mayo es de esos días que hay que reservar un hueco en la tele. La primera gran llegada en alto del Giro y quizás la más dura del 2022. De Isernia al Blockhaus con 5000 metros de desnivel por los Apeninos. Carreteras estrechas y muchas opciones de dejar a varios favoritos sin opciones. Antes del temido Blockhaus, que tiene los últimos 10 kilómetros al 9,4%, el Valico del Macerone, de salida, seguido por el duro Rionero Sannitico, la subida a Roccaraso y el Passo Lanciano con sus 10 kilómetros al 7,6%
SEGUNDA SEMANA MÁS ‘LIGHT’
Aunque parece un inicio de Giro de los años 90, en los que había que dejar margen para las victorias de Cipollini, las cuatro etapas después del segundo día de descanso en el Adriático se pueden resolver con llegadas masivas. Vale que es Italia y siempre hay ‘donde rascar’, pero esta vez los valientes tienen poco margen.
El martes 17 de mayo final en Jesi después de recorrer toda la costa del Adriático por Las Marcas, aunque es cierto que los últimos kilómetros tienen varios repechos complicados. Al día siguiente jornada totalmente llana (400 metros de desnivel en 200 kilómetros) desde la costa al interior de la Emilia Romagna. La etapa del jueves 19 de llano une el interior (Parma) con la costa del Tirreno (Génova) y solo tres puertos de tercera y lejos de meta. Y la del viernes 20 de mayo suena muy bien con dos nombres ciclistas Sanremo-Cuneo, pero solo salva el desnivel desde la ciudad costera con el Colle di Nava hasta la llanura piamentesa de Cuneo.
Al llegar el fin de semana, el Giro mete tensión. El sábado 21 de mayo etapa corta, 147 kilómetros, pero con 3000 metros de desnivel y circuito final en Torino. Dos subidas a Superga (meta de la Milano-Torino, la previo del Giro de Lombardia) y otras dos al corto y duro Colle della Maddalena. Eso si, la meta en llano y dentro de la ciudad.
El domingo 22 de mayo vuelve la alta montaña por el Valle de Aosta. Los primeros 90 kilómetros planos para ‘entrar en calor’ y los últimos 80 tres puertos seguidos para completar los 4.000 metros de desnivel. Las dos que se afrontaran en primer lugar, Pila y Verrogne, muy similares. 12 kilómetros al 7%. Mientras que Cogne tiene más de 22 km con una primera parte exigente que luego se convierte en un falso llano muy largo hasta la meta.
ALPES Y DOLOMITAS EN LA TRACA FINAL
El Giro se decidirá en la última semana, con cuatro jornadas de alta montaña, una contrarreloj final en Verona y una ‘pausa’ llana entremedias.
La primera el martes 24 de mayo. Uno de esos dias que te suele poner enfermo y no vas al trabajo. 200 kilómetros, más de 5.000 metros de desnivel y no acaba en alto, sino en la conocida Aprica, meta que ha visto explotar a Indurain, ganar a Mikel Landa o Marco Pantani y rematar el Giro a Contador. De salida la subida al Goletto de Candino (22 kilómetros al 6%), después el Mortirolo por la vertiente que se suele bajar, la de Édolo y descenso hacia Grosio (sede de nuestros dos últimos dias del viaje a Dolomitas). Subida a Teglio (que inexplicablemente no es puntuable) y los 13 kilómetros del Valico di Santa Cristina antes de bajar a Aprica.
El miércoles 25 de mayo la carrera va hacia el este sin abandonar los Alpes. Les saldrán 175 kilómetros y 3.800 metros de desnivel desde Ponte di Legno, al pie del Gavia, hasta Lavarone. Eso sí, se sube primero el suave Tonale para descender y llanear hasta el Giovio. Después el duro Paso del Vetriolo, 12 kilómetros al 8% y la trampa del Monterovere, ocho kilómetros al 10% con curvas, carretera estrechas y piso rallado. Después cuatro kilómetros de descenso a meta.
El jueves 26 de mayo es la única jornada tranquila de la semana con final en Treviso antes de los Dolomitas. El viernes 27 la etapa sale del Veneto, en la costa adriática, para subir por el Friuli, y subir Cuevas de Villanova (subida corta y exigente), seguidas del Passo di Tanamea, entrar a Eslovenia por el paso de Uccea y subir el durísimo Monte Kolovrat, 10 km de pendiente prácticamente del 10% (la pendiente baja durante un tramo muy corto a mitad de camino). Passo Solarie y descenso hacia Italia y final en Friuli en la subida al Casltemonte, con los últimos 4 kilómetros al 8%.
El sábado 28 de mayo el Giro se mete de lleno en los Dolomitas con una etapa mítica. Solo 170 kilómetros pero más de 4.500 metros de desnivel y tres puertos enlazados que tienen historia por si solos. Primero San Pellegrino y después el mítico Passo Pordoi desde Canazei, con sus 12 kilómetros, tornantis y 2.300 metros de altitud (Cima Coppi). Antes de la recta más dura del ciclismo italiano, la de Malga Ciapella, cuatro kilómetros al 12%, insertada dentro de La Marmolada, que termina con otros 3 kilómetros de tornantis al 10%. Mejor lugar imposible para poner una línea de meta decisiva del Giro.
Y para acabar, el domingo, una crono en el circuito mundialista de Verona, donde el doblete de Óscar Freire. Es decir, 17 kilómetros con una subida de 5 kilómetros al 5% antes de entrar en el Coliseo veronese.