El turismo en bicicleta, también llamado cicloturismo, está cada vez más extendido. Es una forma diferente de explorar el mundo, pues aquí la bicicleta es la gran protagonista por ser nuestra compañera de viajes. Ella es nuestro principal medio de transporte y nos hará conocer los lugares de una forma más personal.
Si crees que el cicloturismo está destinado a personas con una condición física notable…
¡te equivocas! Todo el mundo acostumbrado a montar en bicicleta puede viajar y divertirse sobre las dos ruedas. Una manera única para descubrir la naturaleza y viajar de forma más económica y sostenible.
ELIGE LA BICICLETA ADECUADA PARA EL CICLOTURISMO
¿Sirve cualquier bicicleta para hacer cicloturismo? No. Al pasar muchas horas sobre ella debes escoger una bicicleta adecuada y cómoda, en función del terreno y de los kilómetros. Las bicicletas de montaña son muy versátiles e idóneas para todos los suelos, mientras que las de carretera son más ligeras y rápidas. Las de trekking destacan por su portaequipaje y porque su sillín es muy cómodo. En cuanto a las fatbikes, son ideales para terrenos arenosos, nevados o embarrados.
EMPIEZA POR RECORRIDOS SENCILLOS
Para empezar, estaría bien escoger rutas fáciles, mejor aún si circulares. Intenta que las rutas iniciales duren pocos días, para ver cómo respondes a ellas. Piensa que pasarás muchas horas pedaleando: disfruta del viaje, solo así podrás tener una bonita experiencia. También sería adecuado tener períodos de descanso y organizar muy bien los primeros viajes, para no pasar más horas de las que habías planeado sobre la bicicleta.
AHORRA EN ALIMENTACIÓN
Ir de viaje, comer en restaurantes y alojarnos en un hotel sale caro, pero con el cicloturismo todo puede cambiar. Podrás gestionar tus días en base a tu estilo de vida. Para viajes low cost puedes llevar bocadillos o comida en el equipaje, comprar en supermercados o puestos callejeros. Evita los alimentos ultraprocesados, come sano y bebe mucha agua para prevenir la deshidratación.
Para dormir podrás llevar una tienda de campaña y ahorrarte noches en un hotel. Ser autosuficiente es toda una experiencia, y te permite gozar de mayor libertad a la hora de viajar.
PREPARATE ANTES DEL VIAJE
Aunque es cierto que no es necesario tener unas condiciones físicas excepcionales, sí que lo es tener resistencia. Si te has decidido a practicar cicloturismo, deberías andar en bicicleta al menos un par de horas continuadas al día. Un mínimo entrenamiento para no tener sorpresas e irte habituando a las horas que pasarás sobre el sillín día tras día. Valora tu salud y estado físico sin olvidarte de comprobar las subidas y los desniveles del terreno de la ruta.
SELECCIONA UN BUEN EQUIPAMIENTO
No es necesario realizar un gasto desorbitado en el equipo. Necesitarás un trasportín y también unas alforjas, así como un kit básico de reparación de la bicicleta. En referencia al GPS, igual no te hace falta. Actualmente podemos encontrar un montón de recorridos perfectamente señalizados. Además, recuerda que los equipos más caros no tienen por qué ser los mejores, y llevar más cosas no es sinónimo de una mejor experiencia de viaje, ¡sobre todo por el peso!
¿MERECE LA PENA EL CICLOTURISMO?
Sí, ¡no lo dudes! Y si viajas con un buen amigo mejor, para compartir emociones y experiencias durante el camino. Es importante planificar bien el itinerario, tener claro los kilómetros a recorrer y no escatimar en descansos. Esta es la única forma de disfrutar realmente del viaje.
También debes valorar los lugares por donde pasas, para saber si tienen alojamientos disponibles o lugares para comprar comida. Prepárate mentalmente frente al recorrido y sé paciente: a veces el cansancio nos supera, pero suele ser por una mala organización.