Un Campus para preparar toda la temporada. Edu Prades estuvo durante 10 días concentrado en Benidorm con el Team Caja Rural – Seguros RGA para perfilar el 2017. Jornadas para acumular kilómetros, intensidades, probar material y someterse hasta a seis test de entrenamiento diferentes para conocer su estado de forma y comparar datos con años anteriores. Vatios/kilo que acaban poniéndote en un lugar en el pelotón según sea el terreno. Aunque el ciclismo tiene un punto de pundonor y pelea que no sale en los gráficos, como las 14 etapas que pasó Prades aguantando dolores, magulladuras y hasta una costilla fisurada para acabar su primera Vuelta a España. Eso no tiene entrenamiento.
– ¿Qué es lo que se suele hacer en un Campus de entrenamiento como el que habeis hecho estos días con el Caja Rural en Benidorm?
– Tenemos un preparador para estas ocasiones. Primero nos dividie al equipo en tres grupos según cuando vayamos a empezar la temporada. Al principio de la concentración hacemos unos test de varios tipos, con lactato incluido, para ver cómo ha llegado de forma cada uno al Campus y ver la progresión de un año a otro. En los Campus se suelen hacer más horas de entrenamiento que en casa porque ruedas en grupo y vas a rueda. Así que toca incrementar el volumen y hacernos algunas series en el Coll de Rates y en Tudons, que son los lugares habituales para medir fuerzas.
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– ¿También teneis trabajo con el material de la nueva temporada?
– Claro. Llega la ropa de la nueva temporada. Nos probamos las equipaciones, los cascos, las bicis, los nuevos componentes… Testeamos todo el material que funcione lo mejor posible durante el año.
– ¿Es tan importante hacer grupos por niveles para entrenar en un Campus?
– Si. Al final todos acabamos haciendo casi lo mismo, pero el equipo se divide en tres grupos. Por un lado los que iban a Argentina, que tenían que descansar un poco mientras que nosotros, que vamos a Mallorca y es una semana después podíamos meter más kilómetros e intensidad. También porque a la hora de hacer el test es mejor ir en grupos pequeños y sobre todo para entrenar. Si tienes que hacer series y vamos todo el equipo te tocar dar un relevo cada demasiado tiempo. Por eso también se hacen los grupos.
Foto Team Caja Rural
– ¿Cómo se hacen los test de entrenamiento de los que nos hablaba?
– En realidad no era uno, sino que estaba dividido en seis. Primero uno de sprint de 10 segundos, luego otro de 30 segundos, otro de un minuto. Estos eran en cuesta o en algún repecho. Luego otro de tres minutos que hicimos en la parte baja de Tudons. Otro progresivo, que eran seis subidas de 2,7 kilómetros a los watios/kilo que nos marcaba el entrenador, y al acabar nos cogía muestras de lactato. Y el último era uno de 20 minutos a todo lo que podíamos que hicimos en Tudons.
– Esa es la gran ventaja de las carreteras de Alicante. Que hay puertos para hacer todo tipo de test y buenas temperaturas.
– Aquí tenemos una gran variedad de puertos. Hay de todos los tipos pero para los test se utilizan sobre todo Tudons y Rates porque son constantes y sin grandes desniveles. Dan para hacer 20 o 25 minutos a buen intensidad.
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– No solo el Caja Rural, sino que por estas fechas también entrenan en la zona del BMC, Quick Step, Astaná… ¿Echais un vistazo al Strava de los compañeros de pelotón para ver cómo han subido de rápido ellos Tudons o Rates?
– Yo no lo miro para no desmotivarme (risas). Pero sí, la verdad es que se mira bastante. Hay gente que si echa una ojeada a ver que ha hecho el BMC, que tiempos ha marcado, que velocidad de subida… Pero al final es un entrenamiento y Strava no te dice si han ido a relevos, eran series, hacían tras coche…
– ¿Por qué se junta medio pelotón en Alicante en estas fechas para entrenar?
– Te aseguras que la temperatura va a ser la adecuada en toda la estancia. Aunque hemos coincidido con el peor temporal en los últimos años solo ha habido dos días de rodillo y sin poder salir a la carretera. Además tienes carreteras tranquilas en el interior y puertos. La oferta de hoteles de calidad es impresionante y quieren sacarle rendimiento durante el invierno.
– En estos hoteles con un buffet libre tan apetitoso… ¿Os controlan los directores para que no se os vaya la mano con los postres después de un entrenamiento de 180 kilómetros?
– Siempre comes un poco más de la cuenta. Pruebas un poco de todo… Realmente no nos controlan. Miran un poco por encima pero nosotros somos profesionales y sabemos que nos tenemos que cuidar. Nunca nos han dicho de esto no comas a no ser que estés muy pasado de peso. Si es cierto que a unos les cuesta más que a otros controlarse. Cuando llegamos de entrenar el buffet suele estar cerrado y nos dejan preparado patata hervida, pollo… y aquí no hay tentación.
Photo Gomez Sport
– Fuera del Campus. Cuando toca entrenar en casa. ¿Se pasa hambre para estar fino?
– En ni caso no. Y la mayoría tampoco. Tengo un nutricionista que me marca según el día y la carga de entreno lo que debo comer. Me marca dieta y no paso hambre. Al revés. Hay días que digo ¿Todo esto me tengo que comer? Al principio para afinar en la cena si se come menos, pero para desayunar, comer y merienda no paso hambre para nada.
– En el Campus. ¿Qué haceis por la tarde después de entrenar?
– Normalmente pues turno de fotos para la temporada. También suelen venir invitados de varias empresas. Nos dan alguna charla los directores y los patrocinadores sobre lo que aportan el equipo. En preparador también nos hace pruebas, sobre todo de Core para ver la estabilidad y la posición en la bicicleta. También damos nuestra opinión sobre los nuevos componentes. Y masaje, claro. Un día sí y otro no.
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– En estos diez días que llevais entrenando en el Campus ¿Cuantos kilómetros y metros de desnivel has acumulado?
– Pues tampoco hemos hecho una cantidad exagerada de kilómetros, pero sí mucha intensidad. Entre 120 y 150 kilómetros diarios y un día de descanso o paseo. Suelen ser tres días de carga y uno de descarga regenerativa. Unos 800 kilómetros en una semana.
– Como esta temporada debutas en Mallorca, ¿Con cuantos kilómetros en las piernas sueles llegar?
– Exactamente no lo sé, pero varios miles.
– La temporada pasada debutaste en La Vuelta…
– Fue un poco sabor agridulce. Tenía bastantes expectativas y llegaba bien. En la etapa quinta iba con opciones de pelear en el sprint y me fui al suelo. A partir de ahí se incrementaron los problemas. No recuperaba, no iba cómodo en la bici, llevaba toda la pierna quemada. Y ya cuando estaba pensando que iba a ir a mejor me caí otra vez y me fisuré una costilla. Entonces ya de mal en peor. Al final ni duermes bien y vas siempre a remolque. Los dos últimos días me reencontré… pero no lo pasé nada bien.
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– Vamos a ver. Quemaduras por todo el cuerpo desde la quinta etapa, una costilla fisurada a mitad de Vuelta, las palizas de ir todos los días en el pelotón a mil por hora… Para aguantar toda una Vuelta a España así hay que tener mucho pundonor.
– Aguantas… lo pasas mal. No te sientes ciclista. Las piernas no funcionan. Iba de grupetta en grupetta haciendo lo que podía y ya está. Las quemaduras eran de tubular y picaban un montón. También era mi primera Vuelta y tenía ilusión. El equipo también se había quedado en cuadro sin Lluis Mas, con los problemas de Madrazo… había que sobrevivir y estar ahí.
– Es la tercera temporada en Caja Rural. Te has asentado en el pelotón. Has ganado carreras. ¿Cual es el siguiente paso?
– Ganar una carrera en el escenario World Tour. Ya sea una etapa en la Volta a Catalunya como en cualquier otra. Es donde hay más nivel y me gustaría demostrar que puedo ser efectivo y tener opciones de ganar e este tipo de carreras.
– Ya has encontrado tu rol. ¿Sprinter o llegador?
– Para ser esprinter puro no. Me faltan vatios. En llegadas con repecho antes o trazado peligroso y grupos reducidos sí. Más bien tipo una clásica. Que haya bastante dureza antes. En un sprint puro es imposible para mí. No llego a mover los 1.500 vatios que son exigibles para poder pelear. Estoy muy lejos de eso.
– Entonces sueñas con llegadas ratoneras y con picante.
– Si. Sobre todo que haya que echar mano de fuerza. Un par de kilómetros o dos subiendo con desnivel es lo ideal para mí.
– ¿Qué deberes te han puesto para 2017?
– Pues por ahora lo único que se es Challenge de Mallorca y Estrella de Besseges. Tenemos varios días más para planear el calendario. Quizás en Mallorca ya lo tendremos definitivo.
– Del calendario World Tour al que todavía no podeis ir por falta de invitaciones, ¿Con qué carrera sueñas?
– Pues un estilo a la Amstel Gold Race, pero tendría que entrenar mucho más el fondo porque son carreras más largas. O incluso Lieja. Es a lo que me podría adaptar. Pero siempre tendría que dar un salto de calidad importante.
