Tenia toda la presión del Mundo. Acechaba Tony Martin, el mejor contrarrelojista del Mundo. La cita era en Ponferrada y no queria hacer un ‘Purito’ y que el alemán me doblase. Además en mitad del Mundial... menuda vergüenza. Menos mal que me eché un compañero de ruta alto, fuerte y con buenas piernas para que tirase de mí… y que empezamos la crono con tres horas de diferencia sobre el alemán.
Como ya te habrás dado cuenta este inicio es sólo una parodia. Evidentemente el delgaucho bajito de Ciclored no ha participado en la Contrarreloj del Mundial, pero sí que ha hecho el recorrido completo junto a Adrián García, compañero de Eurosport y un galgo de cuidado para estos terrenos. Eso sí, aquí inauguramos el blog de Historias del Mundial. Así que vamos por partes.
Para inaugurar el viaje del Team Ciclored en el Mundial nada mejor que echar mano de la bicicleta y pedalear por las rutas de la cita del Campeonato de Mundo. Para ello, como ya he adelantado, me cité con Adrián García. 12:00 de un miércoles ponferradino soleado y con público esperando la salida. Nos da tiempo hasta a colarnos en la zona de boxes y ‘aprovecharnos’ de los coches de equipo.
Salida rápida y siguiendo el trazado del Mundial, que ya estaba completamente marcado. Los primeros kilómetros suaves, sin rampas y con viento. Se hacen llevaderos porque sólo dos o tres rotondas hacen cambiar de dirección y perfilar el viento. Eso sí, atravesamos pueblos esperando el maná el Mundial en forma de espectadores. Demasiado lejos para desplazarse.
Casi sin darnos cuenta hacemos los primeros 30 kilómetros totalmente planos. Retornamos a la N-VI en los alrededores de Ponferrada, donde se empalma con el recorrido del Mundial de Ruta. Arranca con una subida ligera al 5 y 6% durante casi dos kilómetros y por una carretera amplia y descubierta al viento. Allí llega la primera sorpresa. Delante un tio en bici con muy buena pinta. Culotte de Nueva Zelanda y bici, Cerveló, maillot del Garmin… Jack Bauer. Así que toca seguirle rueda.
Va de tranqui. Con que no bajemos de 170 pulsaciones podremos ir con él. Se anima hasta a darnos conversación y comentar el recorrido. Sobre todo cuando llegamos al repecho final. No más del 8%, aunque visualmente parece mucho más empinado. La cima se ve cerca y Bauer nos adelanta… el terreno ideal para Valverde (lo dice en castellano haciendo gala de sus entrenamientos en Girona). «Aquí ataca y en la bajada no le cogen». Me atrevo a rebatirle porque no es demasiado duro. Su respuesta es clara: «Con 245 kilómetros en las piernas… sí es duro. Incluso más que el Cauberg».
Sentencia y para abajo por la peligrosa cuesta de la Compostilla. Terreno sinuoso pero corto. El mayor problema es la carretera agrietada en algunas zonas y con diferentes alturas en otras. Y si no pega el viento… la bajada es rapidísima. Con tres pedaladas Bauer se nos marcha, pero incluso nos espera al final para conversar un rato más. Así da gusto.
Y por la tarde a disfrutar del duelo Martin-Wiggins. Al final el inglés también nos habría doblado en la ruta… y se lleva un merecido oro. Los repechos del final tienen parte de culpa. Y al acabar ningún ciclista se libra de pasar por el tumulto de la zona de meta y atravesar el millón de vallas que rodea Ponferrada. Chavanel, Vandevalle... todos a echar pie a tierra y a buscar un crossing point. Incluso un guiri con patillas, barba y una medalla de oro se ve obligado a circular mochila a espalda en busca de su coche de equipo. Sí, era el mismo Wiggins…
