El ciclista de carretera suele vivir obsesionado con el peso y la aerodinámica de su bicicleta. Pero muchas veces olvida que un lugar por el que se ‘pierden’ vatios es por la cadena de la bicicleta . Una transmisión en mal estado, sucia o con falta de lubricante para la cadena suele provocar, además de riesgos de caída grave por rotura, que el rendimiento de la transmisión baje muchos enteros y aumente la fricción. Por no hablar del desgaste extra que supone para la piñonera, los platos y las roldanas, que acabarán durando mucho tiempo menos.
Para echarte una mano vamos a intentar ayudar en dos líneas. Por una lado los consejos de mantenimiento básico de la cadena por periodos de tiempo, cada semana, mes o por temporada. Y por otro cómo debes hacer uno de los procesos fundamentales, el engrasado correcto de la transmisión.
Cada semana
En una semana de uso la cadena no debe tener ningún problema, ni hace falta un mantenimiento especial. Suele sonar perfectamente y deslizarse como Nibali bajando un puerto. Eso sí, nunca viene mal quitar el lubricante sobrante cada semana y hacer una pequeña limpieza para impedir que el polvo de las rutas se vaya acumulando y adhiriendo a la cadena.
Cada mes
Es raro que durante un mes no pilles algún día de lluvia o incluso otro de mucho viento. Tanto el agua como el polvo de la carretera se van sumando al lubricante que lleva la cadena y hacen que aumente la suciedad. Aunque aparentemente pueda parecer limpia conviene revisar a fondo los huecos entre los piñones y los dientes de los platos, además de las roldanas del cambio trasero. Sobre todo si la cadena se empieza a estirar y a sonar el algunos cambios. Evidentemente, después de limpiar hay que volver a engrasar.
Cada medio año
Si durante media temporada no has limpiado y engrasado correctamente la cadena y has sumado muchos kilómetros… seguramente tendrás que ir ya a cambiarla. Se habrá estirado, se habrán secado los rodillos que hacen que la cadena fluya y tendrás toda la transmisión sucia. Incluso habrá empezado a saltar la cadena en algunos cambios.
De forma anual
Este ya es el punto de no retorno. Si en un año no has cuidado la cadena, básicamente la puedes cambiar y tirarla. Sobre todo si has hecho más de 4.000 kilómetros. Puede ser hasta peligroso salir con ella porque corres el riesgo de que se parta al hacer fuerza y provocar una caída.
Lubricante adecuado
¿Cual es el mejor lubricante para una bici de carretera? Pues depende más de las condiciones ambientales que de la marca. Si vives en lugares que no suele llover deberás utilizar un ‘aceite’ indicado para sitios áridos. También puedes emplear lubricante a base de cera. Se secan antes y hay que volver a engrasar cada menos tiempo. Y si vives en un lugar lluvioso… lubricante para climas húmedos. Atraen más la suciedad, pero son básicos para que la cadena no se quede sin fricción los días de lluvia.
Limpieza de cadena
Evidentemente, antes de aplicar cualquier lubricante, hay que limpiar a fondo la cadena. Puedes emplear un desengrasante, dejar que escurra la suciedad, y luego limpiar con agua a fondo y secar con un trapo/papel. Lo ideal es tener un potro para poder hacerlo sin problema. Un lugar de lavado para coches con pistola… puede valer. Pero no recurras siempre a él.
Lubricar
Por lo general, el lubricante consiste en diferentes componentes que se separan después de algún tiempo de estar de pie. Para mezclarlos, agita bien el recipiente. Ahora aprieta la botella para que el líquido caiga sobre la cadena. Una vez más, usa tu mano libre para correr la cadena hacia atrás para que el lubricante se pegue a toda su longitud de manera uniforme. Pedalea hacia atrás durante un minuto, ayudará al lubricante a llegar a los eslabones de la cadena donde más se necesita.
Limpieza del lubricante sobrante
Muchos ciclistas lo omiten, aunque esto es muy importante. ¿Por qué? Aunque no es necesario lubricar el exterior de los eslabones de la cadena, puede atraer suciedad y empeorar el rendimiento de la cadena después de un tiempo. Para limpiar la cadena del exceso de lubricante, siga el paso 2 sólo con el trapo en la otra dirección.