Un maillot único y 7.500 tallas. Así fue la crónica de La Mussara 2017. Todos los ciclistas vestidos igual pero cada uno con su versión cicloturista a medida. Quizás esa es la gran virtud del éxito de la Polar Gran Fondo La Mussara. Que permite unir a todas las ‘tribus’ del pelotón bajo una misma línea de salida. Luego, cada uno elige su camino.
Y en el viaje Ciclored.com a La Mussara no fuimos menos. Logramos reunir a ciclistas de todas las tallas y niveles para disfrutar de lo mismo, dar pedales, que al final todo se trata de eso. De disfrutar en la bicicleta. Ya sea en 90 o en 190 kilómetros. En cuatro, seis u ocho horas. Qué más da si compartimos una pasión similar por este deporte.
Por eso incluso algunos adelantamos la llegada el viernes por la tarde (en esta edición La Polar Gran Fondo La Mussara se disputó en domingo). Más tiempo, más horas de bici, más interacción con el resto de ciclistas. Fórmula perfecta para el placer ciclista. Que pasa por hablar y pedalear casi las mismas horas… o incluso más.
PEDALADAS EN ROSA
Una buena cena y un desayuno en un hotel de cuatro estrellas con Spa ayuda a llevar mejor los ‘quehaceres’ ciclistas, o ¿no? Para la previa habíamos puesto tradición a la KDD con la grupetta de Tandem Magazine que lidera Silvia Tirado. La idea, rodar suave 50 kilómetros para soltar sudor y disfrutar de la bici a 25 grados.
Una decena de ciclistas del Team Ciclored, con Eduardo (en su vuelta al ciclismo) Jose Vicente, José Antonio, Ernesto, Gloria Juan José, Rodrigo, Alexis, Jose, más los reencuentros con Rubén, Josep, Silvia… al final un pelotón de 25 para reconocer el terreno. Perfecto para la charleta y seguir cumpliendo tradiciones. Foto en la salida, foto recogiendo el dorsal, foto en el control de firmas, visita a los stands de Trek, paso por Santini… Y lo mejor, sentirte dentro de un gran evento ciclista.
Tanto que después de comer toca volver a la Feria para ver la etapa del Giro y charlar con Sergio Palomar, Iñigo, Idoia, Luis, Juan Antonio, esperar la llegada de Toni, Jesús, Francisco Javier… y retornar al Hotel para aprendernos el recorrido, repasar los puntos claves y hacernos la foto con Miguel Indurain, que eligió el mismo alojamiento que nosotros para afrontar La Polar Gran Fondo La Mussara.
Cena, algún que otro vino, y horas de charleta. Ciclistas de Nules, Valencia, Ibiza, Uruguay, Navarra, Alicante, Toledo… El tiempo pasa demasiado rápido cuando la compañía es buena. Toca dormir para madrugar el domingo, sobre todo a Toni, Jose Vicente, Alexis, Francisco Javier y Jesús, que les toca levantarse a las 06.00 para hacer la marcha larga, para la versión medio fondo con poner el pie fuera de la cama a las 07.00 es más que suficiente. En esta edición (y con buen criterio) hay dos salidas diferenciadas según el recorrido elegido.
Ruta en bici desde el hotel a la salida (fuera agobios de aparcamiento), foto para inmortalizar el momento… y a vivir en rosa. Los diez primeros kilómetros camino de Villaplana siempre a ritmo y con ganas de broma. Solo basta mirar para delante en el pelotón y ver a ‘tu equipo’ tirando en cabeza. Todo controlado ¿no? Incluso da tiempo a charlar con Jaume, con Gabriel, con Jesús, con Adrián... los mismos con los que tocará pegarse el calentón subiendo La Mussara.
Un puerto de esos ‘amables’. Que permiten a los que están muy en forma subir deprisa y a los que van cortos de entrenamiento no sufrir demasiado. Cada uno a su ritmo porque después no hay una bajada larga, sino un millón de repechos que hacen que las piernas clamen clemencia si quieres seguir dando caña. Menos mal que el avituallamiento Pre Picorandan ayuda a templar los ánimos. Allí alguno ya empieza a sufrir y se da cuenta de que toca hacer el recorrido corto.
La subida a Les Pinedes también es común y allí se bifurcan los dos recorridos. A los de la Medio Fondo nos quedan solo 25 kilómetros, otro avituallamiento, dos repechos y un poco de viento de cara. Para la GF empieza lo más duro. Rompepiernas continuo. Ni un kilómetro llano. Calor. Ritmos fuertes. Y de remate las rampas de Collroig, que hacen a alguno caminar en vez de pedalear. Libre elección. Sufrimiento a medida.
Esta vez la meta está en la misma Fira y hay que cruzar Reus… a alguno se le olvida que está el tráfico abierto y que su vida vale menos que rebajar dos minutos el tiempo en una clasificación. Riesgo innecesario para un premio intangible y casi banal. Qué le vamos a hacer.
Toca recuperar las piernas con los Compex a base de ‘calambrazos’, la pasta de mil colores y variedades. La Coca Cola. La cerveza. La coca de chocolate, el café.. y si quieres volver a repetir. Momentos para recordar lo vivido. Para compartir la experiencia. Para volver a pedalear otra vez por donde pasaste hace unas horas. Por donde sufriste. Por donde disfrutaste. Para escuchar la voz entusiasmada de Ziortza, los ‘padecimientos’ de Rober. Ese es el cicloturismo que nos gusta. En el que cada uno puede elegir su velocidad, su ritmo y con recorridos adecuados para todos. Algo que La Mussara ya ha conseguido.