En 2016 Alberto Contador dará, casi con toda seguridad, sus últimas pedaladas como profesional. Puede que incluso sea este 2015 el año de su adiós y sólo un contratiempo nos dejaría verle en el pelotón en 2017. Lo dijo el propio Alberto en un escenario buscado, el de la presentación de los equipos júnior y sub-23 que llevan su nombre. Contador se convertirá en ‘cicloturista’ recién cumplidos los 34 años, pero dejará preparados a 40 jóvenes menores de 23 para dar el salto al profesionalismo.
Alberto Contador anunció su posible retirada rodeado de más de dos decenas de medios de comunicación que habían acudido a la llamada de la Fundación Contador. Lo hizo de forma rotunda, sin dudar, pero movido por la pregunta de Juan Gutiérrez, del Diario As.
El anuncio fue claro. «Más allá de 2016 no me veo como profesional». «Sólo un percance grave que me impida correr haría que disputase la temporada de 2017». «Puede que incluso este sea mi último año porque todavía no he renovado».
El de Pinto reafirmaba las dudas del dueño de su equipo Oleg Tinkoff, que hace semanas incluso sugirió que la retirada de Contador estaba cercana y que era complicado que renovase con el equipo. Quizás quiere dar sus últimas pedaladas en el Specialized Contador, el equipo de su Fundación que aspira a dar el salto del campo Sub-23 a Continental en poco tiempo.
Después del revuelo del anuncio, y ya sin cámaras ni micrófonos, Contador nos aseguró que los test físicos que se ha realizado revelan que está incluso mejor que en la temporada 2009 y que el cansancio no es tanto físico como mental. Mucho se debe a la presión a la que ha estado sometido durante casi toda su carrera deportiva, que hará que no sea tan longeva como la de otros ganadores de Tour. Evans se fue hace poco con 38, Sastre lo dejó con 36 y Wiggins cambiará con 35 el profesionalismo en carretera por la pista. La fecha de Alberto Contador está fijada en los 34, para entonces sólo será dos años mayor que Indurain cuando abandonó la bicicleta.
Lo que Contador pretende es, según sus propias palabras, «dejar el ciclismo en plenitud». No se ve cambiando sus objetivos naturales de optar a Giro, Tour o Vuelta por otros en vueltas de una semana o clásicas. Tampoco alargar su carrera de manera artificial y con motivos económicos, como hicieron otros ganadores de Tour.
EL RETO INDURAIN
El ciclismo vive de hazañas y batallas épicas. La de Contador en la última Vuelta a España lo fue y para este 2015 pretende revivir un reto casi imposible de imitar en el ciclismo moderno. Lo hizo Pantani en 1998 e Indurain en 1992 y 1993. Desde entonces han pasado 17 años sin que nadie lo consiga. Consiste en ganar el Giro de Italia, descansar tres semanas, tomar la salida en el Tour y hacerse con la Grande Bouclé. Un hecho que le permitiría entrar en el Olimpo del ciclismo por la puerta grande y añadir otra muesca, la de ganar las tres grandes Vueltas de forma consecutiva en 10 meses.
La primera opción la tendrá en 2015, por eso Contador ha cambiado el entrenamiento este invierno. En Gran Canaria y Sicilia ha hecho más kilómetros de base para adquirir fondo y menos de calidad. La chispa la necesita a partir de mayo para no ‘quemarse’ antes y llegar con fuerzas a julio. Por eso quizás no brille en la Vuelta a Andalucía, en la que se verá las caras dentro de dos días con Chris Froome y con la dureza de Hazallanas como juez. Quizás tampoco en la Tirreno – Adriático, donde medirá fuerzas con Nairo Quintana. La clave será llegar con el depósito lleno, como hizo Nibali en 2014 para preparar el Tour.
Este modelo de preparación no es ajeno a Contador. Ya sufrió ante Evans y Schleck en el Tour 2011 las exhibiciones que había hecho un mes antes en el Giro, que ganó ‘con una pierna’. Por eso ahora la consigna es tranquilidad y buenos alimentos. Aunque seguro que tendrá que reprimirse las ganas en Andalucía.
