¿Me puedes dar consejos para comprar una bicicleta de carretera? Es una pregunta que nos haceis muchas veces por redes sociales. y la respuesta primera que siempre damos es la misma. «¿Qué uso le quieres dar a la bicicleta y que presupuesto tienes?». Con la gama tan amplia de bicis de carretera que hay ahora mismo siempre puedes elegir la que mejor se adecue a tus características y necesidades como ciclista. En esta guía te vamos a explicar los puntos que debes tener en cuenta.
A grandes rasgos y tomando conceptos generales, las marcas de bicicletas de carretera han definido tres tipos de bici (no incluimos gravel, que eso da ya para otro ‘libro’)
– Aerodinámica: Destinadas a etapas más llanas y que suelen ir montadas con ruedas de perfil alto (50 mm o más).
– Escaladoras: Ligeras y con ruedas de perfil bajo, pensadas para días de puertos y alta montaña
– Gran fondo o endurance: Las más cómodas y con mejor absorción. Actualmente ya casi todas con frenos de disco.
Y ahora me vas a decir, y con razón, pero no me voy a comprar una bicicleta de carretera dependiendo de la salida que vaya a hacer ese día. Está claro que no y más si tienes un presupuesto limitado, pero siempre puedes elegir la que mejor te venga y en eso es en lo que te queremos ayudar.
Define el tipo de ciclista que eres y donde vives
Lo primero que debes tener claro es lo que te gusta. Si cada vez que sales de casa vas buscando las cuestas que hay cerca de tu casa, aunque sea el puente de la autovía, tienes que elegir una ligera y escaladora. Si tu idea es cicloturismo tranquilo y sin prisas, una gran fondo. Si eres llaneador y además te sueles apuntar a algún triatlón, la ideal es una aerodinámica. Si compites en carreras máster buscarás una aero para sacar el máximo rendimiento a tu vatios y si prefieres inscribirte en cicloturistas de montaña una escaladora.
También influye mucho el lugar donde vives. No es lo mismo hacerlo en La Mancha o Zaragoza, lugares planos y con mucho viento, que en Asturias o País Vasco, con puertos y clima húmedo, que en la costa de Levante o Andalucía. No tanto para el modelo de bicicleta, pero si para los componentes. Las ventajas de los frenos de disco en días de lluvia los notarás más en el norte que en el sur o en Levante, donde no sueles salir con agua. Las ruedas con perfil alto (más de 50 mm) hacen muy difícil controlar la bicicleta en lugares donde sopla el viento con fuerza.
Peso y elasticidad
Te lo dirá tu biomecánico, pero la posición que puedes llevar en la bici influye mucho en qué modelo se adecúa más a tí. La elasticidad de tu espalda es la clave. Si te fijas en los ciclistas profesionales la mayoría van prácticamente ‘tumbados’ encima de la bicicleta para ser más aerodinámicos y gastar menos vatios. Eso se consigue con mucho entrenamiento y ejercicios de core y elasticidad. Para aprovechar esta ventaja puedes escoger las bicicletas más ‘racing’ del mercado (aero y escaladoras) que tienen la pipa de la dirección más baja y son más estrechas entre ejes. Si no tienes mucha elasticidad siempre te irá mejor escoger un modelo de gran fondo (endurance) porque llevan la dirección más alta y son más largas, y te permiten llevar una posición más cómoda y menos forzada.
Tu peso influye en qué bicicletas y componentes elegir. Los fabricantes de cuadros, ruedas o manillares habitualmente ponen un peso máximo del ciclista para el que recomiendan sus productos. Si tu peso está por encima te convendría comprar otro modelo.
Presupuesto y versatilidad
Llegamos al tema del dinero, que, evidentemente, influye a la hora de elegir qué bicicleta vas a elegir. Lo primero que debes tener claro es cuanto la vas a usar, porque el concepto de caro o barato depende mucho más de la utilidad. Para un ciclista que quiere hacer 400 kilómetros a la semana le conviene gastarse algo más de presupuesto en componentes de calidad y durabilidad (sobre todo en el grupo), que en otros más baratos pero que a la larga va a necesitar cambiarlos.
Si tienes un presupuesto limitado lo que debes tener en cuenta en la versatilidad de la bicicleta. La ideal es elegir un modelo de bicicleta que no te limite en tus salidas. Si eliges una bicicleta con frenos de disco y solo tienes presupuesto para un par de ruedas, quédate siempre con unas de poco perfil, que no te impedirán entrenar los días de viento fuerte y serán ligeras para días de montaña. Si tu bici elegida es de zapata, mejor unas ruedas con pista de frenado de aluminio, que en días de lluvia frenarán mejor que las hechas totalmente con carbono. Si además de salir por la carretera quieres probar algún día con caminos o gravel, una gran fondo te permitirá adaptarla a este terreno con solo cambiar la sección de las cubiertas/tubulares.
Componentes
Una de las elecciones fundamentales, además del tipo de cuadro (aero, escalador o gran fondo) es el desarrollo que llevas de serie para tu bici nueva. La versatilidad también tiene mucho que ver con los desarrollos que puedes elegir. Ahora con la llegada de Sram se ha revolucionado el mercado, pero, en términos generales, si tu idea es rodar y salir tranquilo debes buscar un compact 50×34 y 11×32, que te permitirá ir a buena velocidad en llano y no sufrir demasiado en las subidas. Si quieres competir el 52×36 y 11×30 es perfecto para ‘volar’ en llano, no quedarse del pelotón y además tener la suficiente cadencia para afrontar puertos largos y rampas imposibles.
El debate de los frenos, de disco o zapata, parece claro que los fabricantes ya lo han decidido por tí y ahora mismo es complicado encontrar bicicletas nuevas que no lleven discos. Este tipo de frenado es útil porque siempre frena, aún en condiciones de agua, pero también supone que no podrás utilizar en tu nueva bici ninguno de los juegos de ruedas que tenías de zapata. Si eres de los que se queda en casa cuando llueve, pues tampoco le sacarás un rendimiento completo a los discos. Si eres nuevo y te da miedo que la bicicleta se lance bajando, mejor discos para que no te dejes los dedos al descender un puerto. Eso sí, consejo, si ya te has decidido a comprar una bici con frenos de disco hazte un cursillo sobre como repararlos y mantenerlos.
Tubular, cubierta o tubeless
Otra de las grandes decisiones es que tipo de ruedas eliges según el neumático. El tubular es la opción más rápida y perfecta para competir, aunque para utilizarla tienes que saber montarlos (que no es sencillo y requiere experiencia) y en caso de pinchazo siempre debes llevar uno (o dos) en la bicicleta. Las ruedas para cubierta y cámara son las más utilizadas. Su gran desventaja es que cuando llevan poca presión es fácil dar un llantazo, pero son las más sencillas de reparar. Y en los últimos años ha surgido el tubeless. Su montaje es más sencillo que el tubular, lleva líquido anti pinchazos y en caso de que no se selle siempre puedes poner una cámara y sales del ‘atolladero’. Además, en una rueda para tubeless se puede poner sin problema cubierta, mientras que las de cubierta y tubular solo se utilizan para su tipo de neumático.