El ciclismo no se inventó en Italia, pero los cicloturistas en su versión competitiva con premios y tal si. Hace más de 50 años que nació la Nove Colli de Cesenático, una cicloturista de Italia en la que hay podio, carreteras cerradas (casi todo el tiempo), clasificación por equipos…. y más de 15.000 ciclistas. Es la más famosa para los italianos y una de las imprescindibles.
«Jo. Es competitiva. Pues ya no quiero ir. Que a mi me va el cicloturismo más tranquilo». Error. Porque esa es la gran ventaja de como plantean las cicloturistas/carreras en Italia. La mayoría de las que se organizan se hacen en la versión que ellos llaman ‘agonisti’. No hace falta saber italiano, pero es sencillo de interpretar. Puedes ir todo lo rápido que quieras. «Y si quiero ir tranqui». Pues también puedes porque hay márgenes de tiempo de corte bastante amplio. Te explico cómo las organizan.
Las más grandes Maratona de los Dolomitas o Gran Fondo de Roma, que incluso tienen televisión en directo. (Si, la RAI 3 las da como si fueran una carrera), tienen capacidad de cerrar todas las carreteras al tráfico durante muchas horas, por lo que no hay problema con los coches.
El resto, GF Strade Bianche, Giro de Lombardia, Nove Colli, Stelvio Santini o Milan Sanremo, utilizan un modelo mixto. Los primeros kilómetros, cuando los pelotones son más grandes, siempre están totalmente cerrados al tráfico. Después depende de las fuerzas de cada uno. Hay un vehículo que es el coche organizativo de ‘fine de gara’ (fin de carrera) que marca el tiempo de corte para los que pueden competir por los premios del podio. Una vez que te sobrepasa estás fuera de la carrera, es decir, ya no compites por ganar, sino solo por llegar a meta. A partir de ahí el tráfico está abierto, pero controlado por los organizadores, y debes ir por el lado derecho de la calzada. Sigue todo igual, avituallamientos, voluntarios, mecánicos…. lo único que debes tener cuidado en los cruces y no invadir el sentido contrario.
Los últimos kilómetros de estas cicloturistas de Italia con modelo mixto suelen estar también cerrados al tráfico. Más que nada porque en algunas como Nove Colli o Milan Sanremo, que acaban en llano, la gente acaba sprintando por hacer el 3 segundos menos que en la edición anterior. Cosas de Italia.
– MARZO. GF STRADE BIANCHE (SIENA)
En poco más de cinco ediciones ha suscitado el mismo interés que la Strade Bianche profesional. Se disputa en domingo, una día después que los Van Aert, Van der Poel y compañía, y sobre un recorrido similar al de los profesionales. La GF Strade Bianche ha aumentado los tramos de sterrato en 2022 y en los 142 kilómetros y más de 2.000 metros de desnivel hay 55 de tierra divididos en 10 tramos. Es decir, solo dos tramos y 45 kilómetros menos que al carrera profesional masculina. También hay una versión de 80 kilómetros y 1.200 metros de desnivel.
La GF Strade Bianche te permite ‘jugar’ con la tierra. La mayor parte de los tramos de sterrato son en subida y en las bajadas no patina demasiado la rueda. Se sale y se termina en Siena, una de las ciudades más bellas de Italia y la meta de la Plaza del Campo, es de los más espectaculares del mundo.
– MAYO. NOVE COLLI
La Nove Colli es la QH italiana. Con salida y llegada en Cesenático (el pueblo de Marco Pantani, situado en el costa de la Emilia Romagna) tiene 205 kilómetros y 3780 metros de desnivel. No se suben grandes puertos, realmente el punto más alto es el Monte Pugliano (798 metros de altitud), pero es un trazado digno de emboscadas. No en vano su recorrido fue la etapa 12 del Giro de Italia 2020.
La Nove Colli tiene su feria cicloturista los días anteriores. 20 kilómetros llanos para ‘entrar’ en calor. 170 kilómetros sin un centímetro de descanso y otros 15 kilómetros finales para sprintar en meta. También hay una versión de 135 kilómetros y 1800 metros de desnivel. La salida la toman 16.000 ciclistas y los dorsales suelen durar unas horas.
– JUNIO. GF MILAN-SANREMO
Aunque la Milan Sanremo profesional se corre en el mes de marzo, la versión cicloturista, por tradición, siempre se ha hecho en el mes de junio. Es una de las cicloturistas en versión competitiva más largas que puedes hacer porque salen casi 300 kilómetros. Vamos, los que hay desde Milan a Sanremo.
El inicio es plano por las llanuras de Lombardia y el Piamonte. Se sube el Turchino (nada del otro mundo) y desde Génova se va remontando todo el litoral para ir subiendo las pequeñas cotas. Primero los Capos y después Cipressa y Poggio. En otra circunstancia sería unos pequeños puertos de tercera, pero con 290 kilómetros en las piernas cambia la historia. Sobre todo si te has metido en ‘batallas’ cicloturistas desde el principio.
– JUNIO. GF STELVIO
Pese a que el Stelvio es un lugar de peregrinación ciclista, no tenía una cicloturista con su nombre. La GF Stelvio solo tiene 10 ediciones y utiliza el nombre del coloso italiano, aunque también incluye en su recorrido otro puerto histórico como el Mortirolo.
Se suele disputar a principios del mes de junio y en su versión más larga salen más de 4.000 metros de desnivel. Se empieza en Bormio, al pie de Stelvio, para bajar hacia Sondrio. Se asciende el durísimo Teglio y después del Mortirolo (cada vez por una de las vertientes del Valle de la Valltelina. Tovotto de Santa Agueda, Mazzo di Valtellina…) aunque no se llega a coronar, sino que a tres kilómetros de la cima se baja hacia Grosio. Desde ahí toca remontar todo el valle a Bormio. Después, el eterno Stelvio. En la cima está la meta.
Hay dos versiones más cortas. Una que evita el Mortirolo, pero no el Teglio y otra que evita ambos y solo asciendo el Stelvio.
– JUNIO. SPORTFUL DOLOMITI RACE
No sube los puertos más conocidos de Italia, pero su trazado es de los más duros (y bonitos) que se pueden hacer. Nació ha finales de los 80 y ha ido cambiando de nombre (se llamó Gran Fondo Campagonolo). Con salida y meta en Feltre, en el corazón de los Dolomitas, la versión más larga de la cicloturista (carrera, ya sabeis) tiene 204 kilómetros y casi 5.000 metros de desnivel. Y, claro, el Giro de Italia también la eligió como penúltima etapa de la edición de 2019, la que ganó Richard Carapaz.
En esta versión larga se ascienden Cima Campo, Passo Manghen, Passo Rolle y Croce de Aune. Mientras que la medio fondo acumula 3.200 metros de desnivel en solo 105 kilómetros con Cima Campo, Passo Brocon y Croce de Aune,
– JULIO. MARATONA DE LOS DOLOMITAS
Si hay una cicloturista imprescindible para cualquier amante del ciclismo y el Giro de Italia esa es la Maratona de los Dolomitas. Parte de su trazado ya fue utilizado por la Corsa Rosa en una de sus etapas, pero los nombres de sus puertos, Giau, Sella, Gardena, Falzarego, Campolongo y sobre todo Pordoi, son esencia del ciclismo italiano.
Una organización exquisita, un entorno paisajístico inigualable, todo el recorrido cerrado al tráfico, la tele en directo, 8.000 cicloturistas de todo el mundo y distancias y dureza asequibles a cualquier nivel de cicloturista. Desde los 55 kilómetros y 2000 metros de desnivel de la Sella Ronda a los 145 kilómetros y 4.500 metros de desnivel de la versión más larga. Y claro, la posibilidad de quedarte unos días más por allí para subir Marmolada, Passo delle Erbe o Tre Cime de Lavaredo.
– OCTUBRE. GIRO DE LOMBARDIA
Ha sido la última en llegar. Después del éxito de la versión cicloturista de la GF Strade Bianche la organización, RCS, decidió hacer el Giro de Lombardia cicloturista. Sigue la misma metodología que la Strade Bianche. Un día después que los profesionales (en Italia corren el sábado y la cicloturista es el domingo) y con un recorrido que sube los puertos más míticos de la carrera pro.
En el caso del Giro de Lombardia profesional el trazado suele cambiar. Unas veces de Como a Bérgamo, otras al contrario… La versión cicloturista se ha asentado ya en Cantú e incluye las dos ascensiones más míticas. El temible Muro di Sormano y la mediatica Madonna de Ghisallo. Son poco más de 130 kilómetros, que, si quieres, puedes hacer a todo trapo.