Carlos Verona es un caso de precocidad extrema. Debutó en profesionales en 2011 sin pasar por la categoría sub-23. Joven y con ideas renovadoras siempre ha querido destacar en el pelotón. Por el camino de las redes sociales ha encontrado la afinidad con el aficionado y la coherencia con el patrocinador, los verdaderos motores de este deporte. Por eso no es raro verle contestar tweets a cualquiera de sus 15.000 seguidores, publicar sus entrenamientos en Strava, dar salida a las fotos de sus rutas en Facebook o montar vídeos sobre el trabajo previo a una carrera. Afronta su tercer año en la poderosa escuadra del Etixx con la vista puesta en La Vuelta, la carrera que mejor se adapta a su estilo.
MARATONA D LOS DOLOMITAS. JULIO… ¿TE VIENES?
– ¿Carlos Verona inaugura la generación de ciclistas 2.0? ¿Es decir, los que se preocupan por su imagen en las redes sociales?
– Ser ciclista es más que dar pedales. Somos embajadores de varias marcas. No solo hay que estar en la carretera. Lo entiendo como parte de mi trabajo y me gusta.
– La difusión en redes sociales, la presencia en publicidad… es algo de lo que carece el pelotón español. ¿A los ciclistas les falta saber venderse?
– Cada uno tiene su visión. Yo lo hago así y otros de diferente manera. En el equipo nos pagan por dar pedales. Hay ciclistas que son más conservadores y lo entienden así y otros que somos más innovadores. No hay una versión mejor que la otra. Al final de temporada cada uno valorará sus resultados y sacará conclusiones.
– ¿Quizás uno de los grandes problemas del ciclismo español, con solo un equipo Pro Tour, sea ese, que hay ciclistas reacios a dejarse ver?
– Puede ser uno de ellos, pero no el único. La mala situación económica y los problemas que hemos pasado influyen. Está claro que si se hiciera un mejor trabajo en redes sociales y se cuidaran mucho más la percepción del público mejoraría. Se ve en deportes como la Formula 1 o el Mundial de Motociclismo, que cuida a sus sponsors y lo hace más atractivo. Si se utilizara mejor los equipos ciclistas profesionales serían más rentables.
«DE NADA ME SIRVE COPIAR LOS DATOS DE ENTRENAMIENTO DE KWIATKOWSKI…»
– Las redes sociales, sobre todo, ayudan a que se conozca el trabajo del ciclista.
– Si claro. Es esencial para que te puedan conocer y no seas un dorsal más en el pelotón. Además puedes transmitir los valores de la empresa, que es lo que necesita el sponsor del equipo. No tanto un mensaje de cantidad y minutos de televisión, sino de calidad. Llevas el mensaje del patrocinador contigo.
– Esta forma de trabajar, con un cuidado minucioso de la imagen, es la que tiene la escuadra Etixx-Quick Step estos últimos años.
– La verdad es que estoy en un equipo que se adapta a la perfección a mi forma de pensar. Cuidan la imagen y se adaptan a las redes sociales.
– El vídeo de la temporada pasada en Navacerrada en el que entrenaba para la Vuelta 2014, es un buen ejemplo de marketing y difusión en redes sociales. ¿De quién fue la idea?
– Pues un poco mía y de un amigo. Me lo patrocinó la empresa Tomtom. Se trataba de explicar a la gente que es lo que hay detrás del ciclismo. El camino largo y duro que hay que llevar para preparar una Vuelta a España. Igual la gente se piensa que lo duro es correr. Pero los meses que te tiras antes con horarios estrictos, entrenamientos, comidas… Eso quería reflejar.
– También eres de los ciclistas del pelotón que utilizas el Strava. No te preocupa que los rivales copien tu datos.
– Pues no. La verdad es que al final son personalizados. Kwiatkowski, por ejemplo, sube todos los entrenamientos que hace y cualquiera podría copiarselos. Pero haciendo lo mismo que él no vas a ser campeón del mundo. El lo fue porque tiene una clase especial. Hay que saber encajar tus entrenamientos con la carrera profesional, es imposible copiar del Strava. Eso sí, me parece un gran invento y es bonito que se puedan ver rutas por distintos lugares.
– La cercanía del ciclista profesional al ‘globero’ se demuestra en eventos como el que organizaste en enero, ‘El ganso de San Lorenzo’, en el que corrimos juntos todas las categorías.
– Me gustaba esa idea. Todos juntos. En el atletismo se hace. Trabajamos con el CC Escurialense para que se pueda repetir. Habrá una tercera edición. Empezó como una carrera de amigos y queremos que siga así. Algo social. Una fiesta entre cicloturistas, máster y ciclistas profesionales.
VUELTÓMANO, CLASICÓMANO, SUCESOR DE CONTADOR…
– Contador anunció que se retira al final de la próxima temporada y los aficionados ya están buscando un relevo joven. Carlos Verona tiene sólo 22 años, lleva tiempo de profesional… ¿puede recoger el testigo de Contador?
– Cada corredor tiene su camino y su fase de maduración. Yo ahora mismo estoy demasiado lejos de Alberto Contador, así que ni me lo planteo. Hay otros corredores que han demostrado más. Para las grandes vueltas hay gente que lo puede hacer bien. Beñat Intxausti puede dar ese paso, o Rubén Fernández, los Herrada, De la Cruz.
– ¿Y Carlos Verona qué perfil de ciclista tendrá en el futuro?
– Habrá que verlo. Tiempo y trabajo. No me obsesiono con nada. Trato de disfrutar en la carretera. Eso sí, soy inconformista. Estoy tranquilo conmigo mismo porque doy el 100%, pero me gustaría estar un paso por delante. Tengo ambición por mejorar.
– ¿Hacia donde le gustaría orientar su carrera profesional?
– A las vueltas por etapas. Soy un corredor de fondo. No me gusta jugarme las cosas en un solo día. La experiencia de la Vuelta a España 2014 me gustó mucho. La recuperación día a día, la importancia de la concentración y estar todo el día metido en carrera, el espíritu de equipo. Creo, además, que por mis características como ciclista es donde mejor puedo desarrollar mi trabajo.
– Pero ¿para luchar por ganar grandes vueltas… o simplemente para estar?
– Eso lo dirá el tiempo. Por ahora sólo para estar y aprender. Al máximo de lo que de mi cuerpo. Si algún día se puede ganar, bien. En el pelotón somos 200 y cada día solo gana uno. Es complicado, pero como todavía soy joven quiero aspirar a lo máximo.
– ¿Repetirá participación en la Vuelta a España?
– Me gustaría, pero depende del equipo. Mi rol allí estará condicionado a la presencia de un líder. Si viene alguien como Urán tocará trabajar. Sino puede que tenga algo más de libertad.
– Hablando del Etixx. Para un corredor del equipo, La derrota de la Omloop, en la que tres compañeros como Vandenbergh, Boonen y Terpstra no pudieron con un Sky, Stannard, tuvo que doler.
– No estaba allí y tampoco te puedo decir porque no estaba dentro del equipo y no se lo que pasó. Es lo bonito del ciclismo, que acaba siendo imprevisible. Vi el vídeo después. Stannard estaba muy fuerte y en carrera no es fácil tomar decisiones cuando vas cansando.
– ¿La derrota del Etixx en Omloop estuvo motivada por la ausencia del ‘pinganillo’ en este tipo de carreras?
– Igual sí. Porque hay una persona con la mente fría que puede dar una visión distinta de la que ves tu en carrera. De todas formas yo estoy a favor del pinganillo porque los directores no son meros chóferes. Son los jefes y deben influir en el devenir de las carreras.